La última edición del rally todoterreno de regularidad Clásicos del Atlas ha sido, posiblemente, la más exigente de las veintidós celebradas. Y lo ha sido por dos motivos: un importante salto en cuanto a kilometraje y una mayor dificultad a la hora de cubrir las etapas.
El Clásicos del Atlas prueba comenzó en la playa de Agadir, para posteriormente abordar las etapas rumbo al Este, atravesando la inhóspita zona del sur de Marruecos, incluyendo parte del lago Iriki y la arena del Erg Chegaga, para tomar posteriormente rumbo norte y acabar en pleno Atlas, en las cascadas de Ouzuz, después de haber atravesado pistas y caminos olvidados en muy mal estado.
Entre los muchos atractivos de esta prueba todoterreno de regularidad por etapas, una de las noches se llevĂł a cabo en haimas en un campamento, lejos de la civilizaciĂłn, ahondando en el espĂritu de aventura y camaraderĂa propio de este tipo de competiciones.
Las dunas, el mayor reto del rally Clásicos del Atlas
De todas las etapas, la cuarta supuso el mayor reto para los participantes dado que el cordĂłn de dunas a atravesar era bastante serio. Hay que recordar que hay diferentes recorridos para turismos y todoterrenos en las etapas especiales, ya que sin tracciĂłn total es imposible avanzar en la arena, asĂ que los pasos más difĂciles para los turismos se sustituyen por otros más asequibles.
En cualquier caso, la solidaridad entre los competidores es crucial, ya que en el fondo participan con la ilusión de vivir una experiencia única. En cualquier caso, por encima del resultado individual de cada uno se antepone la satisfacción de sacar del apuro a quien tienes enfrente. Durante el rally, hubo, por tanto, préstamos de piezas, de herramientas, rescates, remolques… situaciones que se traducen en amistades inquebrantables para el futuro.
Resultado del XXII Clásicos del Atlas
Dicho todo esto, el espĂritu de superaciĂłn personal es una de las claves en una aventura como Ă©sta, y los resultados tambiĂ©n son importantes. AsĂ, el mejor todoterreno en la meta fue el Toyota Land Cruiser 90 de Zuzaya-Burgui, que sacaba partido de su experiencia al haber participado en ediciones anteriores.
Los hermanos Sánchez fueron segundos con su Nissan Terrano. Un par de averĂas al inicio de la prueba les impidieron luchar por la victoria final. El podio se cerrĂł con los Garrido, que metieron su Toyota RAV4 prácticamente de serie en la tercera posiciĂłn, demostrando que no hay que tener un sĂşper todoterreno armado hasta los dientes para estar arriba.
Por su parte, la pareja Puig-Verdaguer participaba sin coste de inscripciĂłn, como parte del premio por imponerse en la Off Road Classic Cup; una prueba de similares caracterĂsticas que se celebra en nuestro paĂs. Los “invitados” demostraron que no ganaron la Off Road Classic Cup por casualidad, ya que no sĂłlo fueron el mejor turismo, sino que con su Seat Marbella consiguieron ser el mejor absoluto.
Por su parte, el Fiat Punto de los Vázquez fue segundo, no sin sufrir con la mecánica prácticamente a diario. Tiene mucho mérito por su parte. En cuanto a la pareja Vázquez-Moreno, hizo valer su experiencia en el Clásicos con un Volkswagen Golf, y consiguió subirse al tercer escalón del podio.
Asà que una vez más, y ya van nada menos que 22, los participantes acabaron más que satisfechos con la experiencia vivida en esta prueba todoterreno de regularidad por etapas, y ya se prepara la edición invernal del Clásicos del Atlas, que tendrá lugar a primeros de diciembre y cuya información puedes encontrar ya en la web de la prueba.