Rolls-Royce es una destacada marca de automóviles inglesa caracterizada por la perfección, fiabilidad, gran lujo y alto precio de las unidades fabricadas, de modo que se ha convertido en el símbolo de la perfección en el automóvil. Esta fábrica inglesa fue creada en 1906, en Derby, por Henry Royce y el aristócrata C.S. Rolls, pero fue prácticamente el primero quien dotó a sus creaciones de la perfección y el estilo que tanta fama ha dado a la marca desde sus inicios. El primer modelo fue el Silver Ghost de 1907 con el que se colocó pronto a la vanguardia de la técnica mundial.
A él siguieron el modelo Phantom, un modelo que ha sido constantemente actualizado. En 1931, Rolls-Royce se hizo cargo de Bentley con la que consiguió grandes éxitos deportivos. Durante los años sesenta el Bentley se hizo cada vez más un automóvil de lujo, de parecidas características al mismo Rolls-Royce, como ocurrió por ejemplo, con los modelos de la serie T de 1966. La crisis de los años setenta perjudicó de pleno a esta marca, que en varias ocasiones estuvo al borde de la quiebra y fue ayudada por la industria y el estado británico por el prestigio que representaba para la nación. En 1975 rediseñó sus modelos con la ayuda del carrocero italiano Pininfarina.
En 1980, durante el mandato de Margaret Thatcher se procede a su privatización y Rolls-Royce Motors es adquirida por la empresa británica Vickers, que siguió con la producción de automóviles Rolls Royce y Bentley. En 1985 empezó cotizar en bolsa. En cuanto a modelos se refiere, en los 70 ve la luz el Camargue diseñado por Pinifarina. Se trata del primer vehículo de la marca diseñado con dimensiones métricas e incorpora avances como el aire acondicionado de dos velocidades. Ya en los 80, se lanzan nuevos modelos como el Silver Spirit que cuenta con una carrocería más moderna y más tarde el Silver Spur.
En 1998 BMW, que ya suministraba motores y otros componentes para Rolls-Royce y Bentley, se hace con el control de la mítica marca británica. No obstante, el grupo Volkswagen también había pujado, y más fuerte, por hacerse con la marca, de hecho había adquirido los derechos sobre la figura «Espíritu del Éxtasis» y el diseño del radiador, pero Rolls-Royce Plc había vendido a BMW las patentes y licencias del nombre y logotipo de la marca. Finalmente Volkswagen y BMW llegaron a un acuerdo por el que solo BMW podría usar la marca Rolls-Royce, y Volkswagen la marca Bentley. Tras 72 años juntas, Bentley y Rolls-Royce separaban sus caminos.
El primer modelo producido, con la marca ya en manos de los alemanes, será el Silver Seraph. Se trataba del primer Rolls-Royce completamente nuevo desde el lanzamiento del Silver Shadow más de 30 años atrás. Montaba un motor BMW V12 de 5,4 litros.
Si a principios de los noventa Rolls-Royce estuvo al borde de desaparecer tras la caída en picado de sus ingresos, con un descenso en las ventas de más del 50%, en la actualidad vuelve a relucir y ha recuperado el máximo esplendor de épocas pasadas. De la moderna planta de Goodwood salen hoy día cuatro variantes del Phantom, dos variantes del Ghost y el último en llegar a la familia el elegante coupé Wraith.