Carlos Alcaraz, el joven prodigio del tenis español que ocupa el puesto número 3 del ranking ATP, ha experimentado una rápida evolución tanto en su carrera deportiva como en su vida personal. A sus 20 años, se encuentra en la cima de su éxito deportivo y ha logrado acumular una fortuna que le permite disfrutar de lujos que antes solo podía soñar. Uno de los cambios más significativos en su vida ha sido la actualización de su garaje, pasando de conducir un modesto Mitsubishi a un lujoso BMW, cortesía de un acuerdo de patrocinio.
El inicio de la historia automovilística de Carlos Alcaraz fue con la compra del Outlander de la marca japonesa. Un vehículo que, si bien no era de gama baja, representaba una opción modesta en comparación con su nuevo vehículo. Fue el primer automóvil que se lo vio conducir cuando estaba empezando a crecer como deportista.
¿Qué características tenía el Mitshubishi de Carlos Alcaraz?
Carlos Alcaraz contaba con el Mitsubishi valuado en 40.000 euros. Fue una elección sensata para un joven tenista que aún no había alcanzado la fama y la fortuna que lo caracterizan hoy en día. Este modelo contaba con una potencia máxima de 184 caballos de fuerza que le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 11 segundos. Una característica que demuestra que no era un coche preparado para la velocidad es que la máxima que alcanzaba era de 170 km/h.
La decisión del tenista de aceptar el patrocinio de BMW y cambiar su modesto modelo de la firma japonesa por este lujoso vehículo parece haber sido acertada. Además del evidente salto de calidad en su garaje, fue un acuerdo de patrocinio con una marca importante y que lo asoció con el lujo y la exclusividad que representan los alemanes.
¿Cómo es la ficha técnica del BMW que tiene Carlos Alcaraz?
Con el acuerdo económico que hizo, el tercero del mundo recibió un BMW iX valuado en 140.000 euros de forma gratuita. Este cambio de vehículo le significó poder contar con un automóvil que cuenta con 306 caballos de fuerza, una velocidad punta de 250 kilómetros por hora y una impresionante aceleración de 4.6 segundos para alcanzar los 100 km/h.
En conclusión, el cambio de Carlos Alcaraz de un Mitsubishi modesto a un lujoso coche alemán es un reflejo de su ascenso meteórico en el mundo del tenis y su creciente influencia en el ámbito publicitario. Este cambio de vehículo no solo representó un cambio en su estilo de vida, sino también una oportunidad para consolidar su imagen como una estrella en ascenso en el deporte y más allá.
