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domingo, 5 mayo 2024

La increíble subida de sueldo de Carlos Tavares

Los resultados contables del Grupo Stellantis están ahí y no admiten discusión. Y eso habla de que el trabajo de Carlos Tavares, el CEO del grupo automovilístico está refrendado por las cifras. Pero en su gestión sigue habiendo polémicas. La última tiene que ver con su remuneración, el famoso ‘bonus’, que el ejecutivo portugués se lleva cada año a casa.

Esta vez, además, la contestación a la remuneración de Tavares parece comenzar a crecer. Aunque finalmente, los accionistas de Grupo Stellantis han respaldado la cantidad que como retribución va a conseguir por su gestión durante 2023. Una aprobación de su sueldo conseguida a pesar de las objeciones planteadas por algunas firmas de inversión. En una votación no vinculante, aproximadamente el 70 por ciento de los accionistas del grupo votaron a favor de aumentar el salario del directivo, elevándolo a un total de 36,5 millones de euros.

La ‘nómina’ de Carlos Tavares sube el 60 por ciento

ACCIONISTAS STELLANTIS Motor16
John Elkann y Carlos Tavares en la junta de accionistas de Stellantis.

Este generoso sueldo convierte a Tavares en el ejecutivo mejor remunerado del sector del automóvil, al menos del tradicional. Y representa un aumento de casi el 60 por ciento en comparación con los 23,4 millones que ganó en 2022. Una remuneración que incluye un nuevo incentivo valorado en 10 millones de euros, que está vinculado al cumplimiento de los objetivos de electrificación y desarrollo de software de Stellantis.

La aprobación de su ‘nómina’, coincide en el tiempo con uno de los momentos en los que el grupo Stellantis está sometido a una vigilancia más estrecha. Especialmente sensibles están con el gigante del automóvil en países como Italia y Estados Unidos, donde la empresa está llevando a cabo recortes de personal. En Italia, la compañía ha estado envuelta en una polémica con el Gobierno por sus planes de reducción de plantilla y traslado de la producción de vehículos eléctricos a países con menores costes laborales.

El caso más sonado es el del nuevo Alfa Romeo, cuya producción se va a trasladar a la planta de Tichy en Polonia. Algo que en el país ha sentado muy mal pues consideran que Alfa Romeo tiene un ADN cien por cien italiano y es una marca patrimonio exclusivo del país transalpino. Eso por no hablar del choque con las autoridades italianas por el uso del nombre Milano, que el Gobierno presidido por Giorgia Meloni ha vetado. De esta manera, finalmente el nuevo modelo de la marca del Biscione se llamará Junior.

La contestación en Italia se ha reflejado en manifestaciones de trabajadores, como cuando hace unos días miles de italianos se unieron a los trabajadores en huelga cerca de la sede del fabricante de automóviles en el norte de Italia, manifestando su descontento con los recortes de empleo propuestos por la empresa. Stellantis prevé una reducción de su plantilla de trabajadores en Italia de un 8 por ciento, lo que equivale a aproximadamente 3.700 puestos de trabajo, según el sindicato Fiom.

Carlos Tavares, CEO de Stellantis.
Carlos Tavares, consejero delegado de Stellantis.

Y un caso similar ocurre en Estados Unidos, donde la empresa ya ha comenzado a despedir a miles de empleados en Detroit, Toledo y Ohio. A ello se suman también recortes de plantilla en otros lugares, como Francia, según comunicación de los sindicatos locales.

El sueldo de Tavares, a la altura de los grandes de la Fórmula 1

A pesar de estas controversias está claro que a Carlos Tavares, las cuentas le salen y por eso, el respaldo de los accionistas al paquete retributivo de Tavares refleja la confianza en su liderazgo y en la dirección estratégica de Stellantis en un momento crucial para la industria del automóvil, porque todas las marcas y los grupos tradicionales se enfrentan a dificultades para fabricar vehículos eléctricos asequibles y hacerlo de manera rentable, lo cual es crucial para competir con rivales chinos y mantener el impulso para la electrificación de la movilidad.

Más allá de eso, el sueldo de Carlos Tavares lo eleva a la categoría de superestrella deportiva. Por poner un ejemplo y pese a la opacidad que muchas veces tienen los datos, con estos 36,5 millones de euros, el ejecutivo de Stellantis se situaría en tercera posición entre los pilotos mejor pagados de la Fórmula 1, solo por detrás de Max Verstappen y Lewis Hamilton y adelantando a Fernando Alonso.