Mantener tu coche en buen estado no solo es una cuestión de estética, sino también de seguridad y rendimiento. Por ello, te presentamos el método del hielo seco. En la búsqueda de métodos de limpieza cada vez más eficaces e innovadores es constante aparece este nuevo sistema, también conocida como limpieza criogénica, y que se está posicionando como una opción cada vez más popular.
Este método se puede utilizar para limpiar una gran variedad de elementos del coche, incluyendo la carroceria, el interior, las llantas y hasta el motor. Además, se puede realizar en talleres especializados o incluso en casa, siempre que se cuente con el equipo adecuado y no pondrás en riesgo ninguna parte de tu automóvil. Puede ser un comienzo de un fuerte cambio para el cuidado de los vehículos que tienes.
¿En qué consiste la limpieza con hielo seco?
La limpieza criogénica se basa en la utilización de pellets de hielo seco (dióxido de carbono sólido) a temperaturas de alrededor de -70°C a -80°C. Estos pellets son propulsados a alta presión sobre la superficie a limpiar, congelando y solidificando la suciedad, lo que facilita su desprendimiento y posterior eliminación. A diferencia del hielo convencional, el hielo seco se sublima al entrar en contacto con el aire, es decir, se convierte directamente en gas sin dejar residuos.
Este método ofrece una serie de ventajas frente a los tradicionales como por ejemplo la eficacia en la eliminación de suciedades en lugares profundos, en incluso casi inaccesibles. La otra es la rapidez, ahorra tiempo y esfuerzo. Y la más importante es que no daña ninguna superficie del vehículo, hasta las más delicadas se encuentran cuidadas.
¿Cómo cuida al medio ambiente este estilo de limpieza?
La limpieza con hielo seco no requiere el uso de agua ni de productos químicos nocivos, lo que la convierte en una opción mucho más respetuosa con el medio ambiente que los métodos tradicionales de limpieza y es apto para cualquier modelo desde un Lamborghini a un Renault. Esto significa que no hay vertidos de aguas residuales contaminadas ni emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV) que puedan dañar el aire y el suelo.
La producción y el transporte de productos químicos utilizados en la limpieza tradicional generan emisiones de gases de efecto invernadero. Al eliminar la necesidad de estos productos, la limpieza con hielo seco ayuda a reducir la huella de carbono y combatir el cambio climático.
