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Y por este motivo cada motor Mercedes-AMG tiene una placa con una firma única

En el corazón de cada Mercedes-AMG late un espíritu único, nacido de la pasión por la ingeniería y el rendimiento. Más allá de su potencia y tecnología, estos vehículos albergan un sello distintivo que los convierte en obras de arte automotrices: la firma del maestro artesano que ensambló su motor. Es un detalle que vuelve único a cada una de estas unidades.

Desde sus inicios, AMG se ha caracterizado por su filosofía de «un hombre, un motor» («One Man, One Engine»). Esta meticulosa metodología implica que cada motor de 4 y 8 cilindros es ensamblado a mano por un solo técnico altamente calificado. Este enfoque artesanal no solo garantiza la precisión y el cuidado en cada detalle, sino que también imbuye a cada motor de un alma única e irrepetible.

La firma del artesano: Un legado de pasión en los Mercedes-AMG

La firma del artesano: Un legado de pasión en los Mercedes-AMG

Como símbolo de este compromiso con la excelencia, cada motor AMG lleva una placa con la firma del técnico que lo ensambló. Esta firma no es solo un autógrafo, sino una marca indeleble del orgullo y la pasión que el artesano ha invertido en su creación. Es un recordatorio de que detrás de cada Mercedes-AMG hay un equipo de profesionales dedicados que trabajan incansablemente para ofrecer la mejor experiencia de conducción posible.

El proceso de ensamblado manual de AMG no se limita a la construcción del motor en sí. Cada técnico se encarga de todos los aspectos, desde el montaje del cigüeñal y los árboles de levas hasta el cableado y el llenado con aceite del motor. Esta dedicación absoluta se refleja en el rendimiento excepcional y la fiabilidad legendaria que caracterizan a los motores AMG.

¿De dónde vienen las siglas AMG?

¿De dónde vienen las siglas AMG?

Las siglas AMG no solo representan una marca de alto rendimiento, sino que también encierran una historia apasionante que se remonta a 1967. Hans Werner Aufrecht y Erhard Melcher, dos ingenieros con una pasión irrefrenable por el automovilismo, fundaron una pequeña empresa en Affalterbach, Alemania, con el objetivo de crear vehículos que combinaran la deportividad con la ingeniería de precisión. La «G» del acrónimo se sumó más tarde con la incorporación de Großaspach, la ciudad natal de Aufrecht.

Desde sus inicios, estos modelos de Mercedes-Benz se ha caracterizado por su espíritu innovador y su búsqueda constante de la excelencia. La marca se ha forjado un nombre en el mundo del automovilismo deportivo gracias a sus victorias en prestigiosas competiciones como las 24 Horas de Le Mans y el Deutsche Tourenwagen Meisterschaft (DTM).