Detroit vive momentos de cambio, la recuperación del centro de la ciudad, la salida de la bancarrota… Se respira un moderado optimismo en una ciudad que ha visto cómo su población caía de los 2 millones de habitantes de 1950 a los 700.000 de la actualidad. Y todo ello en un proceso de desindustrialización que convirtió a la ciudad en casi una urbe fantasma.
Pero tras un duro periodo de reconversión, la cosa parece estar cambiando. Se comienzan a urbanizar los barrios antes abandonados; se dice adiós a la actividad industrial que se cambia por un proyecto para convertirla en foco empresas tecnológicas para tratar de competir con Silicon Valley.
Es una tendencia positiva como la que ha iniciado este país camino de la recuperación económica. Eso se puede ver en muchos aspectos y también se ha visto en el Salón de Detroit en forma de coches.
Protagonismo del Grupo Volkswagen
No sólo las marcas americanas han sido protagonistas en el Cobo Center, se diría que ellas han tratado de dar el do de pecho frente al gran empuje europeo y también asiático, con el Grupo Volkswagen como abanderado. El consorcio alemán echó el resto, como lleva años haciendo en todos los salones del mundo. Tras vender más 800.000 coches en 2015 en EE.UU quieren colocar de una vez a Vollkswagen como una de las marcas punteras de este país y la apuesta llega, en forma de inversión millonaria por la factoría de Chatanooga. Es parte de su apuesta por un mercado vital para su objetivo, el de todo el grupo, de doblar las ventas mundiales en 2020.
En esa tendencia que vive el consorcio alemán de grandes éxitos, recibieron el premio al Coche del Año en EE.UU. para el Volkswagen Golf. Y su gran novedad es el nuevo Cross Coupé GTE, un concept que sigue dando pistas del futuro Toureg.
Audi Q7, una de las estrellas
En esa estrategia también Audi es pieza clave. La firma de los aros sigue imparable su crecimiento en busca de ser la líder entre los premium. Y el nuevo Q7 que incorpora todo el arsenal de tecnología que es capaz de crear la marca será un arma definitiva. En un país donde los SUV son legión, la presentación del Audi Q7 se diría que levantó pasiones.
No es VW el único grupo europeo que apuesta fuerte. Mercedes trajo el GLE Coupé como principal novedad y mostraba las versiones más potentes de este todocamino, las que van firmadas por AMG.
Los asiáticos apuestan fuerte
Y si nos fijamos en fabricantes asiáticos, el esperadisimo NSX de Honda, aquí presentado como Acura, centró todas las miradas y fue, sin duda, una de las grandes atracciones para los periodistas aquí destacados, que lo vivimos en una presentación multidudinaria. Toyota mostraba el Mirai, su modelo de pila de combustible que estará en Europa este mismo año y Lexus la versión más deportiva, del GS, el GS F.
En cuanto a Nissan, se centraba en el pick-up Titan, de aspecto tremendo; Mazda hacía debutar el CX-3, su apuesta entre los SUV compactos. Y los coreanos de Hyundai mostraban otro concepto pick-up, el SantaCruz, que compartía protagonismo con el Sonata Híbrido. Mientras, en Kia, la estrella era el Sorento, su nuevo SUV grande que se presenta este mes en Europa.
Los americanos no se duermen
¿Y los americanos, qué? Pues modelos importantes para su mercado y tal vez con no demasiada proyección internacional. GM traía la evolución del Chevrolet Volt que ya no veremos por Europa así como el Bolt EV Concept, cuya tecnología eléctrica podría utilizar Opel en una variante enchufable del Karl. Cadillac mostraba el tremendo CTS-V con 640 caballos.
En cuanto a FCA (Fiat-Chrysler) traía dos variantes hiperpotentes para el Dodge Charger y Challenger, con un V8 de 707 caballos de potencia. Pero la principal novedad era el coche con el que Alfa Romeo quiera volver a los Estados Unidos, el 4C Spider, que estaba flanqueado por algunos de los descapotables más legendarios de la marca italiana.
Nos falta hablar de Ford, que fue la gran sorpresa del salón con el GT. Un superdeportivo fabricado en fibra de carbono que contará con el motor EcoBoost más potente fabricado, un V6 de más de 600 caballos. El GT se fabricará a partir de 2016, justo cuando se cumplen 50 años de la victoria del GT40 en las 24 Horas de Le Mans.
Y hubo más, mucho mas. Mucho espectáculo en las presentaciones, llamativos montajes, atractivas azafatas y sobre todo optimismo, el que se respira en un país y una ciudad que ya swe ven convencidos de caminar con paso firme hacia el futuro.