Del Seat León Cupra R sólo se venderán 40 unidades en España: 20 de ellas, con cambio manual de 6 velocidades y 310 CV de potencia, a un precio de 44.585 euros; las otras 20, con cambio automático DSG de 6 velocidades y 300 CV, a un precio de 45.375 euros. En total se fabricarán 799 unidades, todas con carrocería de 5 puertas, de las cuales 360 se venderán en Alemania, su principal mercado.
El R es el puente entre los anteriores Cupra y los modelos que vendrán a continuación, cuando Cupra sea una división de Seat, algo así como lo es Abarth en Fiat. No tiene otra alternativa que dejar el listón muy alto antes de iniciar esa fase, para lo cual su desarrollo se ha inspirado de las experiencias de Seat Sport, con el objetivo de hacer un producto superlativo, al máximo nivel de un segmento con modelos tan radicales como el Ford Focus RS o el Honda Civic Type R. Para comprobarlo, hemos podido exprimirlo al máximo en Rubió, Barcelona, sobre un tramo de rallye cerrado al tráfico.
Motor: 9
Más que los 10 CV suplementarios frente al Cupra a secas, lo que cambia es la curva de potencia, con su valor máximo 300 rpm más arriba (entre 5.800 y 6.500 rpm): un plus que sólo se manifiesta en una conducción muy deportiva. Gracias al turbo, es un motor pleno también a bajo régimen, con un par máximo constante desde 1.800 hasta 5.700 rpm, y muy melodioso. Las prestaciones que ofrece están en el olimpo de la categoría. La versión probada de cambio manual homologa 5,8 segundos de 0 a 100 km/h y 250 km/h de velocidad máxima. Y podrían darse valores todavía más extremos de haber aligerado el generoso equipamiento que lleva, pues homologa 1.453 kg de peso (1.323 kg el Cupra sin opciones). Una versión evolucionada con 100 kg menos pondría los dientes largos a alguno que yo me sé.
Transmisión: 9
Óptimo conjunto para aprovechar al máximo la potencia en cualquier circunstancia, y eso que el Seat León Cupra R es un dos ruedas motrices. Gracias al diferencial VAQ tipo Haldex no se escapa ni un caballo de potencia: la capacidad motriz es inmejorable, y tanto la entrada como el paso por curva son una referencia. El manejo del cambio es muy rápido, el tacto del pomo en Alcantara muy agradable, y los desarrollos cortitos: la 6ª es de 41 km/h a 1.000 rpm, con la consiguiente inmediatez de respuesta en casi cualquier momento. Llevado hasta sus últimos recursos, el Seat León Cupra R es difícil de seguir, salvo por modelos mucho más especiales y en una autopista.
Suspensión: 9,5
Sutiles diferencias caracterizan al Cupra R para darle ese plus de eficacia al límite respecto al Cupra. Las llantas aumentan el ancho de vía. Los amortiguadores reciben un tarado específico. Las 4 ruedas tienen 2 grados de caída negativa, las delanteras gracias a unas manguetas diferentes. Con estos toques y con la impagable ayuda de los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2, el comportamiento es aún más eficaz. Por medio del Seat Drive Profile pueden elegirse varios modos de funcionamiento de amortiguación, asistencia de la dirección, etc (el más deportivo es el modo Cupra) e incluso personalizarlos con el modo Individual.
Dirección: 9
El Seat León Cupra R se adapta a casi cualquier situación gracias a la servodirección progresiva DCC. Es una dirección suficientemente directa como para no tener que manotear más de lo imprescindible aun en los trazados más revirados. El volante forrado en Alcantara se agarra muy bien, a lo que se añade una postura de conducción y unos asientos específicos excelentes. Otra ventaja: mediante el Seat Drive Profile podemos seleccionar un mayor o menos grado de asistencia. Y en un coche así, en el que se puede conducir tan rápido y con tanta precisión, se agradece el matiz.
Frenos: 8,5
Dado el ritmo al que puede circular, el Seat León Cupra R incorpora unos enormes discos delanteros taladrados Brembo de 370 mm de diámetro y unos traseros de 310 mm. De hecho son las mismas medidas que en el Cupra Pack Performance. La primera impresión en el tramo de subida de Rubió es muy buena a nivel de potencia, pero falta pasar por el banco de pruebas para comprobar su resistencia a la fatiga. El tacto es lo que menos nos ha gustado, aunque con el hábito se consigue dosificar mejor la frenada.
Aerodinámica: 8,5
La aerodinámica también juega un papel adicional en el Seat León Cupra R. Sin condicionar para nada la funcionalidad del modelo, se ha logrado incrementar la carga aerodinámica en un 12 por ciento. Claro que para comprobarlo habrá que conducirlo en un circuito. Jordi Gené, que ha participado activamente en su desarrollo, dice que en las curvas rápidas en apoyo del Nürburgring hay una gran diferencia entre llevar o no el alerón posterior. El kit aerodinámico Cupra R consta de aletas y faldón específicos, así como de spoiler, alerón, difusor y apéndices en los estribos, todos ellos de fibra de carbono. También hay un plástico imitación fibra de carbono, muy conseguido, en las vestiduras de las puertas.
Exclusividad: 9,5
El Seat León Cupra R es un modelo muy especial por su mecánica, pero su personalización no le va a la zaga. La espectacular pintura opcional Gris Pirineos Mate es algo totalmente fuera de serie. Es un tipo de pintura que Seat solamente ha utilizado hasta ahora en algún coche concepto, como el Ibiza Vaillante. El Cupra R es también el primer Seat de producción que utiliza elementos de carrocería en fibra de carbono; y la verdad es que se han integrado con mucha elegancia y deportividad a la vez. También domina el buen gusto en el color cobre de los retrovisores, logos, etc. Por último, el Seat León Cupra R va a tope de equipamiento.
Uso diario: 8
La otra sorpresa que nos reserva el Seat León Cupra R es su facilidad de uso y elevado confort para ser utilizado a diario. Con el Seat Drive Profile en posición Confort, la suspensión es especialmente cómoda, mientras que el funcionamiento del motor es suave y silencioso. ¿Qué más se le puede pedir?