comscore

El Mercedes Clase G de la DLRG es un trocito de historia sobre ruedas

Desde su nacimiento hace 45 años, el Mercedes Clase G ha sido elegido como vehículo de emergencias por numerosas organizaciones. Sus enormes capacidades todoterreno le permiten llegar a los lugares donde la ayuda es más necesaria o, al menos, acercarse más que casi cualquier otro vehículo.

Para reivindicar la labor llevada a cabo con este tipo de vehículos, el Museo Mercedes-Benz (ubicado en Stuttgart, Alemania) ha elegido uno de los automóviles de su colección para destacarlo dentro de su serie Close-up, en la que cada entrega cuenta una historia sorprendente, emocionante o curiosa. En esta ocasión, el protagonista es un Mercedes Clase G; concretamente, el Mercedes-Benz 230 G DLRG de 1982 que tiene su “hogar” en la Sala de Colección 5, correspondiente a la Galería de héroes cotidianos.

El Mercedes Clase G (originalmente W460) nació en 1979 como un todoterreno sin compromisos. Sus capacidades fuera del asfalto pronto llamaron la atención de diversos estamentos y organizaciones, como la DLRG (Asociación Alemana de Salvamento), especializada en salvamento acuático.

Y es que un vehículo así permitía a los socorristas llegar a lugares prácticamente intransitables, como playas o zonas inundadas, en caso de emergencia. Hoy en día, de hecho, la colaboración entre Mercedes y la DLRG continúa con el Mercedes Clase G W464 (la designación interna de los más modernos W463 de uso profesional) preparado para operaciones especiales y de rescate.

mercedes clase g emergencia 2 Motor16

Una preparación lista para la acción

Pero, volviendo al tema, el Mercedes Clase G del que hoy hablamos fue preparado por Ziegler como vehículo de salvamento acuático en 1982, y ha permanecido en servicio durante casi cuarenta años luciendo su matrícula F 373 con la identificativa letra ‘F’ de Fráncfort en lugar de lucir una ‘H’ característica en Alemania de los vehículos históricos y más propia de su edad.

El caso es que en esta unidad las características todoterreno típicas del Mercedes Clase G se combinan con un amplio equipamiento especial adaptado a las operaciones de la DLRG, que incluye la emisora de radio, el sistema de señalización especial con luz azul, luz rotativa delantera y sirena, así como el potente cabrestante delantero.

El vehículo cuenta con el motor de gasolina de cuatro cilindros y 2,3 litros, que ofrecía 75 kW (102 CV), suficiente para dar servicio al equipo de buceadores de la DLRG de Fráncfort. La pareja de tripulantes se sentaba en la parte delantera, sobre asientos tapizados con fundas de tela a cuadros blancos y negros, mientars que su amplio equipo quedaba guardado tanto en el centro del vehículo como en la parte trasera.El sistema de cajones instalado atrás tenía acceso desde un poco habitual doble portón trasero, con una parte superior corta y una inferior similar a la portezuela de la caja de carga de un pick up.

Entre el equipamiento habitual del vehículo se incluyen trajes de buceo, aletas, medidores de profundidad, snorkels y muchos otros componentes de equipo de buceo. Hay también soportes de acceso rápido para las bombonas de aire comprimido y, detrás de ellas, un gran compresor. Las herramientas para operaciones de rescate, incluido el equipo de corte con llama, se encuentran también entre la dotación del vehículo.

mercedes clase g emergencia 4 Motor16

El Mercedes Clase G es un extraordinario vehículo de rescate

Este Mercedes Clase G se utilizó también con éxito en operaciones de rescate en caso de inundaciones, algo para lo que su capacidad de vadeo fue crucial. Y, por supuesto, su capacidad de remolque también se puso a prueba frecuentemente cuando el vehículo tenía que arrastrar un remolque con las embarcaciones neumáticas de los buzos.

No hay que olvidar tampoco su uso en operaciones de rescate y asistencia técnica por causas meteorológicas, tales como fuertes lluvias, inundaciones y crecidas de ríos. Para ello, el equipamiento incluía una motosierra, un casco con visera anti-astillas y ropa de protección, así como mangueras.

Desde su retiro en 2021, el vehículo es una de las codiciadas piezas del Museo Mercedes-Benz, que lo mantiene plenamente operativo. Basta con arrancar el motor, encender las luces de emergencia azules y hacer sonar la sirena para darse cuenta de que este Mercedes Clase G se encuentra preparado para emprender su siguiente misión.