Mitsubishi es una antigua industria japonesa de motores, radicada en Tokio que, a partir de 1959, se dedicó también a la fabricación de automóviles. Hay que tener en cuenta que esta empresa forma un gran complejo industrial dedicado a actividades muy diferentes, desde la fabricación de aires acondicionados hasta robots industriales. En lo que respecta a los automóviles, Mitsubishi es una fábrica de importante consideración en el mundo ya que en 1984, por ejemplo, su producción se acercaba a las 600.000 unidades anuales.
Comenzó fabricando un pequeño automóvil, el modelo A10, con motor trasero de dos cilindros, refrigerado por aire. Más adelante, en 1963, ya construía automóviles medios con motores de 1.500 centímetros cúbicos y con motores de 6 cilindros como el Debonair de 1968. A finales de los años setenta esta empresa entró en contactos para lograr una colaboración con la empresa americana Chrysler. Estos contactos darían sus frutos y y en 1987 Mitsubishi ya estaba fabricando en Estados Unidos. Entre sus modelos más destacados figuran el Mirage (conocido como Colt en Europa), el Lancer y el Galant, todos ellos con una variada gama de versiones y diferentes motores. Mitsubishi alcanza en 1980 una producción anual de un millón de automóviles, pero para entonces su aliado no era tan beneficioso. Chrysler se vio obligado a vender su división de fabricación australiana MMC ese año para evitar la bancarrota.
Hacia el final de la década, MMC inició un esfuerzo importante para aumentar su presencia en EE.UU, emitiendo su primera campaña de publicidad en la televisión nacional, e hizo planes para aumentar su red de llegando a los 340 distribuidores.
En 1989, la producción mundial de Mitsubishi, incluyendo sus filiales en el extranjero, había llegado a 1,5 millones de unidades, lo que le convertían en el tercer fabricante japonés, tras Daihatsu y Suzuki.
En 1992 Chrysler redujo su participación en Mitsubishi Motors a menos del tres por ciento, y anunció su decisión de desprenderse de todas sus acciones restantes en el mercado en 1993. Las dos empresas, sin embargo continuaron su estrecha alianza compartiendo componentes y fabricación, aunque sólo de manera contractual. En 1992 se extiende el rumor de que Mitsubishi Motors pretende una adquisición hostil de Honda, que finalmente no se produce. Mientras tanto Mitsubishi estaba en la cima de los vehículos rentables, con modelos como el Diamante y el Montero, que le permiten aumentar sus beneficios un 11,6% en 1995.
El nuevo siglo no comienza bien para la marca japonesa, que ve como sus ingresos se han reducido drásticamente llegando a dar pérdidas. En 2006, comienza la recuperación y da beneficios nuevamente. En 2006 pone a la venta la segunda generación de Mitsubishi Outlander, fruto de una colaboración con el grupo PSA y en 2007 y 2008 lanzan la nueva generación del Lancer y Lancer Evolution. Pero los planes a largo plazo de la marca del diamante pasan por el vehículo eléctrico. En 2009, comienza a vender el i-MiEV, coche totalmente eléctrico con una batería de litio ion bajo su piso y en 2013 lanzan el Outlander de tercera generación con una variante híbrida enchufable. En 2015, Mitsubishi pretende tener disponibles hasta ocho modelos híbridos o eléctricos.