Estamos de acuerdo contigo en una cosa: cualquiera de los cuatro modelos ofrecen soluciones muy similares, por lo tanto si hay uno que te gusta estéticamente por encima de los demás, estamos convencidos de que al final será el que elijas. Dicho esto, vamos a tratar de ayudarte y poner argumentos racionales encima de la mesa para que valores todos los aspectos.
En primer lugar es un acierto tu decisión de decantarte por las variantes 4×2 si no vas a practicar una conducción off road. Éstas son más económicas y consumen menos. Para tus necesidades de uso, con dos adultos y un bebé, el espacio en las plazas traseras pasa a un segundo plano, siendo el maletero vital para meter carritos, cunas… En este sentido, el Honda CR-V es el que ofrece un compartimento de carga más solvente, pero sus variantes 4×2 no contemplan el portón con regulación eléctrica; en el lado opuesto se sitúa el Mazda CX-5, al que su menor tamaño le pasa factura y dispone de un menor volumen de maletero.
Si analizamos la calidad percibida y la presentación general, todos brindan unas cotas muy elevadas, pero quizás el Honda también gane a los puntos.
Uno de tus miedos es el rendimiento del motor en tres de los modelos seleccionados. Es cierto que en este sentido el propulsor del CX-5 es el más solvente, ya que su cilindrada aumenta hasta los 2,2 litros, es el más potente, con 150 caballos, y ofrece el par máximo más generoso de todos, que es el valor más importante y el que más utilizarás en tu conducción.
Ahora bien, si lo que te preocupa es que el resto no cumpla con las expectativas en cuanto a rendimiento se refiere, ya te decimos de antemano que no es así. Tanto el 2.0 del RAV-4 como el 1.6 dCi del X-Trail cumplen de sobra con lo requerido en este tipo de vehículos y versiones. Por su parte, el CR-V también apuesta por un propulsor de 1,6 litros, pero la potencia se queda en 120 caballos. No sabemos si tienes posibilidad de probarlo, pero si lo haces te aseguramos que te cautivará por su suavidad de marcha y exquisito refinamiento. Siendo el más 'humilde' en cilindrada y potencia, es lógico que sea el que menos consume, pero también tenemos que decirte que su rendimiento y prestaciones son más que suficientes. Si tienes miedo a que sea un 'torpe' ya te decimos que no.
En cuanto al equipamiento, todos ellos hacen gala de una dotación muy completa, mientras que en fiabilidad comentarte que el Honda ofrece de serie cinco años de garantía (tres en el resto).
Si valoras el confort, la calidad, el espacio, el consumo y el tacto general, nuestra elección pasaría por el CR-V.