Pese a lo que muchos conductores piensan, la DGT puede conocer que un vehículo circula con la ITV caducada sin necesidad de ser parado en un control rutinario. ¿Por qué? Porque los centros dedicados a la realización de inspecciones técnicas de vehículos envían en tiempo real a la Dirección General de Tráfico el resultado de las pruebas realizadas.
Las multas por circular con un vehículo con la ITV caducada es de 200 euros. En el caso de ser parado por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, al conductor se le retirará el permiso de circulación y se le entregará un documento para poder desplazarse hasta una estación de ITV en los 10 días siguientes.
Además de la multa económica, en caso de accidente, la aseguradora del vehículo podría no hacerse cargo del pago de los daños propios y aunque de los daños a terceros el seguro si se hiciera cargo, si se demuestra que el accidente podría haber sido evitado de tener pasada la ITV, la aseguradora podría reclamar esos gastos al tomador del seguro, el titular del vehículo y el conductor.