Sin duda, dos magníficas opciones en el segmento de los monovolumen y, curiosamente, dos de los modelos que más se asemejan por sus caracteristicas técnicas y su atractiva relación precio-equipamiento. No nos desvelas tus necesidades reales de uso en cuanto a familia, recorridos, kilometraje… porque entendemos que te preocupa más la fiabilidad o la garantía que otros aspectos.
Trataremos de ser concisos en la respuesta. Los dos modelos ofrecen configuraciones con cinco o siete plazas, así que en ese sentido no tendrás problema de elección. No entraremos en detalles estéticos, pero sí que hay que destacar que el Toyota Verso es más corto en su tamaño exterior (algo más de seis centímetros), aunque aprovecha el espacio interior como nadie. Su generosa distancia entre ejes le brinda la posibilidad de ofrecer una mejor habitabilidad en las plazas traseras que la que tiene el Kia Carens, algo a destacar también si utilizas sillas para los más pequeños.
En cualquier caso los dos vehículos recurren a una segunda fila de asientos individuales que cuenta con regulación longitudinal, un aspecto muy práctico porque permite jugar con el confort o con la capacidad del maletero. Este último es mayor en el Carens.
A nivel ergonómico y práctico no hay grandes diferencias, aunque el Verso recurre a un cuadro de mandos dispuesto en posición central. Con el Verso es más fácil encontrar un hueco de aparcamiento debido a su menor tamaño, pero el coreano lo compensa con un mejor radio de giro que facilita las maniobras.
Bajo el capó los dos propulsores que has escogido son realmente muy similares. En ambos casos recurren a bloques de cuatro cilindros turboalimentados, si bien el Carens apuesta por algo más de cilindrada (es un 1.7 litros frente al 1.6 de Toyota) y ofrece algo más de potencia: 115 caballos frente a 112. Esto es pura anécdota porque el rendimiento en ambos vehículos parece un calco. El japonés ofrece algo más de par motor, pero el coreano es capaz de ofrecerlo a un menor régimen para favorecer las recuperaciones.
En ambos casos se recurre a un cambio manual de seis relaciones y no hay posibilidad de disfrutar de una caja automática. Tampoco encontrarás diferencias de consumo acusadas entre los dos vehículos.
A nivel dinámico el Verso es quizás algo más ágil debido a un tarado de suspensión más firme, pero su rival resulta más confortable en líneas generales.
No tenemos constancia de problemas viciados en ninguno de los dos modelos analizados, pero en este sentido la garantía de siete años que cubre al Kia parece dar un mayor margen de confianza que los tres años del Toyota.
Por último, si analizamos sus respectivos equipamientos, no hay grandes diferencias entre ellos en su dotación de serie, si bien los acabados más altos del Verso resultan algo más completos al ofrecer algunos elementos que no están disponibles en su rival.
Si analizamos el precio, el del Verso se dispara, tanto en el de salida como si aplicamos los descuentos vigentes, más agresivos en el caso del Carens. Lo cierto es que en algunos casos ronda los 3.000 euros, una diferencia significativa…