Pues prácticamente tú mismo te has contestado. La diferencia entre ambos es que el Lexus RX 450h es un vehículo híbrido que rinde 299 caballos, gracias a un propulsor de gasolina y a dos eléctricos, y el Volvo XC90 T8 Twin Plug-in Hybrid es, como su nombre indica, un híbrido enchufable que, efectivamente, es más grande y pesado, ofrece siete plazas en su interior de serie y eroga 408 CV de potencia.
El Lexus homologa un consumo de 6,3 litros y el Volvo apenas 2,1. Aquí es donde empiezan las distintas ecuaciones y las diferentes pautas utilizadas en la homologación. La ventaja del XC90 enchufable es que presenta una batería de iones de litio de mayor capacidad, que le permite circular hasta 40 kilómetros de manera totalmente eléctrica, sin consumo alguno (no entramos en los costes de la recarga, que los tiene, naturalmente). A la hora de homologar el consumo en un híbrido enchufable se tiene en cuenta su autonomía eléctrica, por eso rebaja las cifras drásticamente. Un ejemplo: si todos los días te mueves en un radio de acción de unos 40 kilómetros, en el Volvo el consumo sería cero. Si te vas de viaje o las baterías están en mínimos, lógicamente el consumo será mayor que en el Lexus. Eso es lo que tienes que tener en cuenta.