Es cuestión de echar números y saber el grado de compromiso ecológico que tienes. Los neumáticos son el nexo de unión entre el vehículo y el asfalto, y son los responsables de alrededor del 20 por ciento del consumo de nuestro coche. Al circular, girar, acelerar o frenar, el neumático se deforma y se calienta, consumiendo energía en forma de calor. Cuanto mayor sea la resistencia a la rodadura, mayor será el consumo. Por eso los fabricantes ofertan una amplia gama de neumáticos 'ecológicos' o de baja resistencia, cuyas características y grado de eficacia se puede consultar en la etiqueta que debe acompañar obligatoriamente al neumático. La escala se divide en siete niveles, desde la letra 'A', el más eficiente, hasta la 'F'.
Dicho esto resulta complicado hablar del ahorro de combustible exacto en tu vehículo, ya que dependerá de la eficacia del neumático que montes. Si nos preguntas si son eficaces realmente, tenemos que decirte que sí, pero el ahorro de combustible puede ser de alrededor de un 2 o un 3 por ciento.
Te damos dos ejemplos para entenderlo mejor. En un Audi A4 Avant 2.0 TFSI de 190 CV ultra o en un Porsche Macan S diésel de 258 CV, el ahorro de consumo entre unos neumáticos estándar y otros de baja resistencia ronda los 0,2 litros cada 100 kilómetros.
Esta solución la utilizan algunos fabricantes para rebajar ligeramente el consumo y las emisiones, con el fin de reducir el tramo impositivo en el impuesto de matriculación.