Es una curiosidad que nunca habíamos recibido y que nos ha hecho reflexionar. Efectivamente, la calefacción de un vehículo con motor térmico se alimenta del líquido de refrigeración. Y lograr que la temperatura suba más rápidamente es más fácil en un modelo con inyección indirecta que directa.
El motivo es que en la primera la inyección en precámara transmite más rápidamente el calor y esa 'pérdida' la condena a tener un menor rendimiento y mayor consumo. Por contra, la inyección directa es más efectiva porque mantiene el calor dentro de la cámara, por eso la transmisión del calor hacia el circuito de refrigeración es más lenta.