Efectivamente el proyecto se dio a conocer hace prácticamente un año y se trata de una sofisticada tecnología destinada a ahorrar combustible y aumentar el confort. El prototipo presentado se denomina 'eROT' y se basa en sustituir los tradicionales amortiguadores hidráulicos telescópicos por unos amortiguadores rotativos electromecánicos. De esta manera se puede aprovechar la energía cinética producida en cada bache, irregularidad del asfalto o en las curvas y, en lugar de perderse en forma de calor, se podría almacenar en forma de energía eléctrica.
El constante movimiento provocado por la rueda es absorbido por un brazo que transmite la fuerza a través de unos engranajes para convertirse en energía eléctrica, que se almacena en una batería de iones de litio de 48 voltios. En Audi anuncian que la capacidad de recuperación de energía varía dependiendo del uso y estado del firme. Así, en autopista se recuperarían sólo tres vatios, mientras que en un carretera muy bacheada y a gran velocidad se podría llegar hasta los 610 vatios. La media durante su período de pruebas fue de 150 voltios, lo que se traduce en un ahorro de hasta tres gramos de CO2 por kilómetro.
Para que todo esto sea factible es fundamental un sistema eléctrico de 48 voltios, aspecto en el que Audi se encuentra inmerso en estos momentos y del que podríamos tener noticias este mismo año.
Además de resultar más eficiente, esta innovadora suspensión ofrecería un mayor confort en marcha y permitiría ganar capacidad en el maletero al ser un esquema menos intrusivo.