Debemos recordar que la legislación sobre tráfico y seguridad vial, sin ninguna duda, establece la obligación de uso del cinturón de seguridad, haciendo un uso correcto del mismo. En ningún caso se plantea una excepción que incluya a las mujeres embarazadas.
Es verdad que la propia norma admite ciertas excepciones que, para este tipo de casos, se podrían incluir dentro de tema médico, donde se exige un certificado de exención, emitido por un galeno, donde se recoja la necesidad de la exención por razones médicas graves. El citado certificado deberá llevarse en el vehículo y mostrarse al agente de la autoridad cuando éste lo requiera, no sirviendo un certificado donde se diagnostique la dolencia, sino donde el médico razone expresamente el motivo por el cual exime al paciente del uso del cinturón.
Por otro lado, debemos señalar la importancia de llevar bien colocado el cinturón, que en estos casos especiales, por el estado de la mujer, se vuelve de mayor importancia si cabe. Se deberá pasar la banda inferior por debajo del abdomen, ajustándose lo máximo posible a la parte ósea de las caderas, nunca por encima de la barriga; la banda diagonal sobre el hombro, sin rozar el cuello, entre las mamas, sin apoyarse en ninguna de ellas y rodeando el abdomen, y siempre cuidando que ninguna de las bandas del cinturón quede holgada, es decir, siempre deben quedar lo más ajustadas posible.
Incluso, para ayudar a una correcta colocación del cinturón existen en el mercado numerosos sistemas homologados que facilitan la colocación correcta del mencionado cinturón; como, por ejemplo, adaptadores del cinturón para embarazadas o el chaleco para embarazadas, que sirve para guiar el cinturón del vehículo y llevarle bien colocado para no dañar al feto.
Es recomendable llevar el cinturón bien ceñido al cuerpo, sin apenas holgura y sin hacer uso de pinzas tensoras o ropa demasiado voluminosa, así como de elementos o complementos que se coloquen entre el asiento y el cuerpo, como por ejemplo los típicos aislantes de bolas, riñoneras, almohadas o cojines, que provocarían que el efecto de la sujeción fuese mucho menor.
Hay que insistir que si se conduce sin el cinturón o sin hacer un uso correcto del mismo, sin que exista el certificado médico que así lo prescriba, se estará cometiendo una infracción grave, que podrá ser sancionada con 200 euros de multa y la pérdida de 3 puntos del carné de conducir.
