Cuando lees que se trata del mismo coche quiere decir que comparten la avanza plataforma MQB A0, adaptada a vehículos más pequeños que presumen de la misma tecnología, motores, cambios y, prácticamente, equipamiento. Luego cada marca tiene su propia estrategia a la hora de ofertar su gama, y por eso el propulsor 1.0 TSI de 95 CV está disponible con caja DSG de siete relaciones en el Volkswagen Polo y no se contempla -por lo menos a medio plazo- en el Seat Ibiza.

Dicho esto, sí es cierto que el Polo quizás se remata a los puntos con algo más de calidad que su alma gemela española. Y aunque las diferencias también son mínimas, porque el comportamiento dinámico de ambos es muy similar, en este caso el Ibiza incrementa algo el talante deportivo, algo que siempre suele hacer Seat con sus vehículos. En cualquier caso las diferencias son mínimas, como también son testimoniales las variaciones en cuanto a prestaciones o consumos.

Somos defensores del cambio DSG, sobre todo cuando la utilización del vehículo cubra muchas horas en ciudad. Por eso, ante la duda que planteas, y sin tener seguridad de si finalmente llegará la caja automática al Ibiza TSI 95 CV, nuestra recomendación sería que te hicieras con el Polo con ese motor y cambio DSG. Otra posibilidad sería dar el salto a las versiones 1.0 TSI de 115 CV, donde el Ibiza ya sí contempla la caja de doble embrague de siete relaciones con los acabados Xcellence y FR. El Polo lo hace en el acabado Sport y, curiosamente, su precio de salida es algo más barato: 360 euros menos.