No nos extraña el 'lío', aunque el resultado en ambos es el mismo porque los dos modelos presumen de etiqueta medioambiental ECO. Y los dos son híbridos, si tenemos en cuenta que tanto el Honda CR-V como el Hyundai Tucson recurren a un motor de combustión y a otro eléctrico en su funcionamiento. Pero a a partir de ahí… todo es diferente.

El vehículo japonés recurre a un sistema híbrido 'tradicional', mucho más sofisticado que el empleado por Hyundai, -y otras marcas como Audi, Mazda, Kia…-, que monta un sistema de hibridación ligera o suave. La diferencia pasa por la capacidad de la batería y la tensión nominal. En el CR-V el fabricante no ha desvelado esos datos, pero en modelos similares, como el Toyota Rav4, la capacidad de la batería ronda los 1,59 KW y la tensión es de 245V. En el Tucson la batería de polímeros de iones de litio ofrece 0,44 kW de capacidad y 48V de tensión.

Como adivinarás, el rendimiento del sistema híbrido no es igual. El CR-V tiene capacidad para circular en modo exclusivamente eléctrico, apenas un par de kilómetros en el mejor de los casos, pero puede porque la capacidad de la batería se lo permite. Además, la potencia del motor eléctrico es de 184 CV.

En el caso del Tucson el sistema de 48 V alimenta un motor eléctrico de apenas 16 CV, que sirve de apoyo al motor térmico en fases de aceleración, principalmente. En ningún caso este vehículo rodará con el sistema eléctrico exclusivamente. En el Honda sí y, además, cuando apoya al propulsor de gasolina lo hace con más contundencia debido a su mayor potencia. En los dos modelos la batería se carga por efecto de la frenada regenerativa.

El sistema de 48 V es mucho más sencillo y asequible pero, de momento, ha conseguido el certificado ECO. Quizás más adelante cambien las cosas, pero hoy por hoy se beneficia de las mismas ventajas medioambientales. Aclarado este punto, suponemos que sabrás que el Tucson 48V lo puedes combinar, además de con el motor 2.0 CRDi de 185 CV, con el bloque 1.6 CRDi de 116 o 136 CV. El más potente te obliga a la tracción total y al cambio automático con convertidor de par de ocho relaciones.

En el CR-V 2.0 i-MMD Hybrid la transmisión es automática de una sola relación y puedes elegir entre tracción delantera o total. Esta última recurre a un embrague multidisco que conecta con un diferencial trasero. En otros modelos híbridos la tracción total suele recurrir a un segundo motor eléctrico, sin que haya una conexión física entre los dos ejes.

Por tu kilometraje anual el diésel es más adecuado para ti y, si gran parte lo haces por carretera, el Tucson te rentará más a nivel de consumos, pues homologa de media 6,8 litros, frente a los 7,3 de su rival.