El nuevo C4, fabricado en exclusiva en la planta de PSA en Madrid, tiene montones de argumentos para triunfar, como una línea de influencia crossover bien valorada hoy, un comportamiento de primera o un nivel de confort digno de vehículos mucho más caros. Y aunque ofrece versiones de gasolina y diésel, nuestra primera prueba a fondo es con el ë-C4 eléctrico, agradable hasta decir basta.