Ya contamos con que el comprador de un modelo así, con motor turbo de gasolina y 200 caballos de potencia, va a ser consciente de que compra un coche que ya consume más de lo normal, sin embargo también hay que reconocer que algunas características del Astra GTC Turbo propician que ese consumo se dispare a nada que aumente la presión del pie derecho sobre el acelerador. Hablamos por ejemplo de algo tan importante como un peso total que los ingenieros no han podido bajar de 1.500 kilos. Para hacernos una idea son 157 kilos más de lo que pesa un VW Scirocco de similares características o lo que es lo mismo, es como llevar el coche lastrado permanentemente con dos ocupantes adultos además del conductor. Es verdad que el GTC es el más grande de su segmento con una longitud de 4,46 metros y que ese tamaño le permite anunciar un maletero de 380 litros y ofrecer unas plazas traseras muy razonables y nada agobiantes, pero a este Astra en particular y a todos los Astra en general, les hace falta someterse a una rigurosa dieta que tiene que llegar sin falta tras una excelente puesta al día a nivel mecánico, sobre todo en lo que se refiere a motores diésel. Tampoco se pueden pasar por alto el que esta versión del Opel Astra GTC venía equipada con unos neumáticos en medida 235/50 R18, bastante contundentes y que no ayudan precisamente a ahorrar combustible.
Divertido de conducir
Dicho esto y conscientes del sobreprecio en repostajes que va a suponer conducir este deportivo, lo cierto es que el Astra GTC Turbo es bastante agradable y divertido de conducir. Sus prestaciones, perjudicadas también por el peso, ofrecen los peores datos entre sus rivales pero con diferencias inapreciables al volante por un conductor normal. Y es que este Opel Astra GTC dotado del propulsor 1.6 Turbo de 200 CV (240 CV tiene el Astra más potente, el Opel Astra OPC), es capaz de alcanzar sin problemas los 216 km/h, mientras que hemos medido un paso de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos. Y aunque los desarrollos del cambio tienden a largos, las operaciones de adelantamiento tampoco se le atragantan, con 6,0, 9,3 y 10,0 segundos respectivamente para pasar de 80 a 120 km/h si llevamos engranada 4ª, 5ª o 6ª velocidad.
Vamos, que si se quiere el Astra GTC Turbo corre que se las pela y si no se quiere, el Astra GTC Turbo pasea a ritmo de tortuga sin problemas y sin que el conductor se sienta obligado a correr.
Dos litros más de lo homologado
Una vez medidos los consumos hay que decir que rara vez vamos a gastar menos de 8 litros cada 100 kilómetros y que lo normal va a ser encontrarnos con un consumo que oscilará entre los 9 y los 12 o 13 l/100 km (nos ha dado una media de 8,6 l/100 km, por los 6,6 l/100 km que homologa). Pero a cambio el Astra GTC Turbo va a ser un compañero fiel en carreteras serpenteantes, entorno donde el compacto alemán va a dejar atrás a alguno de sus rivales con un tacto deportivo y eficaz propiciado por una suspensión rebajada a la que en este caso se le unía el sistema regulable Flexride.
Interior discreto
Por lo demás, el interior sigue pecando de exceso de botones y de una pantalla que no tiene función táctil ni un sistema de infoentretenimiento que permita descargar el salpicadero de tanta tecla.
Eso sí, aunque buena parte del equipamiento de nuestra unidad era opcional (freno de estacionamiento eléctrico, suspensión regulable…) hay que destacar positivamente que nuestro protagonista es el más barato de sus rivales, pues son 24.205 euros, lo que nos da para un Volkswagen Scirocco 1.4 TSI de 125 CV.