Con once dobletes -récord- y quince victorias en 2014, Mercedes ha logrado un hito en la historia de la Fórmula 1. A pesar de la diferencia de victorias entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg, el campeonato llega abierto hasta la última carrera de la temporada.
Muchas son las ocasiones en estas últimas décadas en las que dos o varios pilotos se han disputado el título en la última prueba. Pero pocas veces en la historia, y ninguna desde 1980, dos rivales del mismo equipo y sin otros aspirantes se disputan la victoria final a cara o cruz en la cita final del campeonato. Quién les diría a aquellos niños, amigos y rivales en los karts, que algún día se enfrentarían a cara de perro por el título mundial en la Fórmula 1
Habría que remontarse a 1986 cuando Nigel Mansell y Nelson Piquet se enfrentaron con Williams en el Gran Premio de Australia. En aquella ocasión también les acompañaba Alain Prost con McLaren, quien con menos opciones fue el que finalmente logró la victoria cuando a Mansell le explotó su neumático cuando marchaba hacia el título a falta de 13 vueltas para el final. El equipo británico llamó rápidamente al brasileño para evitar un incidente similar y dejó a Prost la victoria en las manos.
En 2010, Alonso perdió el título en Abu Dhabi
Desde aquella edición habría que saltar hasta en 2010, cuando Sebastian Vettel y Mark Webber con Red Bull se disputaban el título en la última cita en Abu Dhabi, ahora con Fernando Alonso como tercero en discordia. Curiosamente, también en esta ocasión el piloto con menos posibilidades fue el ganador, Sebastian Vettel.
Desde 1980, en varias ocasiones sendos pilotos de un mismo equipo se han enfrentado furiosamente por el título sin llegar a la última carrera. También fue el caso de Williams en 1987, escuadra que con Honda campaba a sus anchas con Mansell y Piquet. Todo parecía abierto hasta la última carrera, pero en la penúltima -Japón- un accidente de Nigel Mansell en los entrenamientos dejó el título en manos del brasileño.
Honda se llevó su propulsor a McLaren, y Alain Prost y Ayrton Senna fueron protagonistas indiscutibles en 1988 y 1989. Sin rivales, en ambas ocasiones el título se resolvió en la penúltima cita de la temporada. El primero se resolvió tras una remontada espectacular de Senna quien, tras quedarse clavado en la salida cayó relegado a la decimocuarta posición, desde la que remontó espectacularmente hasta la victoria final. En 1989 fue el brasileño quién también remató la jugada en Japón al sacar fuera de la pista a Prost en la primera curva.
Una diferencia sustancial para Hamilton
En la presente temporada son 17 puntos de diferencia los que separan a Hamilton y Rosberg, con 50 en juego de manera excepcional en 2014 para la última carrera. Las diferentes combinaciones de puntos son variadas en función de las posiciones de cada uno, aunque la superioridad de Mercedes apunta a que ambos pilotos se moverán en lo más alto de la clasificación de no darse incidentes técnicos y sobre el asfalto.
En este sentido, Hamilton depende solo de sí mismo, y mientras consiga la segunda posición aun ganando Nico Rosberg tendrá asegurado su segundo título. Por ello, los entrenamientos del sábado serán media carrera. Si Hamilton consigue pasar la primera curva en cabeza, será Rosberg quien tenga que adelantar a todo costa. Sin más carreras por delante, el alemán tendrá que correr mayores riesgos. Si ambos abandonaran por un incidente, Hamilton sería campeón.
Ahora bien, los 50 puntos en juego abren distintas combinaciones mientras ninguno de los dos pilotos termine en primera posición. Por ejemplo, una segunda plaza de Rosberg le otorgaría el título si su compañero no termina entre los cinco primeros. De terminar tercero, Hamilton debería acabar fuera de los seis primeros para que el alemán ganara. Con un cuarto puesto también sería campeón si Hamilton no termina entre los ocho primeros.
En el caso del británico, los dos primeros puestos le garantizan la victoria definitiva. Pero si Rosberg no ganara, le vale hasta la quinta posición final. De acabar sexto sería campeón cuando el alemán no acabara dentro de los tres primeros. Hay más combinaciones, aunque de poca probabilidad su entrada en juego a no ser que medien problemas mecánico o incidentes en pista.
Otros finales de infarto
Otros antecedentes de los últimos años nos recuerdan hasta qué punto citas similares a la de Abu Dhabi ofrecen desenlaces intensos y polémicos. Como el de Michael Schumacher en 1994 con Damon Hill en Australia, o con Jacques Villeneuve en 1997 en Jerez. En el primero el alemán no fue sancionado, y sí el segundo. Sin tanta polémica pero con gran emoción se vivió el primer título de Schumacher para Ferrari tras su duelo final en Japón con Mika Hakkinen 2000. Por no olvidar el desenlace de 2007 entre los McLaren de Hamilton y Alonso con Raikkonen. Mayor dramatismo imposible en 2008, cuando Massa fue campeón durante unos segundos hasta que Hamilton adelantó en la última curva a Timo Glock.
Alonso, adiós en la peor temporada con Ferrari
En cuanto a Fernando Alonso, el Gran Premio de Abu Dhabi no será uno más, sino la cita final y la despedida de Ferrari, ya confirmada en la primera jornada en el circuito de Abu Dhabi. Fueron cinco años de extraordinaria intensidad, de una estrecha e intensa relación que hubo de finalizar con pesar por las dos partes por la falta de resultados. 2010 y 2012 fueron grandes oportunidades fallidas para que el piloto español se hubiera consagrado en la historia de la Fórmula 1 con un título logrado con Ferrari, la máxima aspiración de cualquier piloto.
Desgraciadamente, 2014 se convirtió en la peor temporada, y estas últimas carreras en una lenta cuenta atrás, una agonía donde lograr un quinto puesto ya parece una utopía. Posiblemente, Fernando Alonso lleve a Ferrari en el corazón durante toda su vida. Su tercer título, quién sabe, quizás lo logre con el equipo de su infancia. Su primer kart iba decorado con los colores de McLaren…