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Jeep Renegade 1.6 Multijet 120 4×2 Limited. Aventura urbana descafeinada

Si hemos superado e incluso aceptado que Porsche utilice motores diésel en sus deportivos, que BMW recurra a la tracción delantera, que algunos Mercedes se muevan con motores Renault, que Mini se saque de la manga un todocamino que ni es mini ni es todocamino, y que el último modelo de Ferrari sea híbrido; también podremos sobreponernos a que la mítica marca Jeep lance al mercado un «utilitario» de 4,25 metros y tracción delantera. Recibe el nombre de Jeep Renegade y según la marca y a pesar de su longitud, nace para competir con modelos más grandes, como el VW Tiguan, el Ford Kuga o el Toyota RAV4.

Creado para un público jóven y aventurero

Los argumentos del Renegade se centran en una poderosa imagen de marca, tecnología sobradamente probada dentro del Grupo Fiat (o FCA como lo llaman ahora) y una lista de equipamientos que atraerá a gente más joven. Curiosamente, la marca espera que un 40 por ciento de sus clientes Renegade sean compradoras, todo un hito en una marca tradicionalmente masculina. Por eso uno de los aspectos que más nos ha llamado la atención del último Jeep y que choca de frente con lo que busca ese sector del público, es la firmeza de las suspensiones. Un tarado de muelles y amortiguadores tan rígido que afecta de una forma clara a la comodidad ya que, en cuanto el asfalto pierde su uniformidad, el coche bota con sequedad y cada irregularidad del terreno repercute en el interior. La buena noticia es que con un sencillo esquema de suspensión McPherson en ambos ejes (el trasero con dos brazos de unión transversales y otro longitudinal), los ingenieros de la marca han sacrificado comodidad pero a su vez han conseguido una estabilidad sorprendente y un comportamiento divertido y noble incluso en mojado.

Esta unidad cuesta 24.950 euros

Y el conjunto de chasis, en este caso dotado de tracción delantera, transmite robustez. Ni más ni menos, la que se espera de todo un Jeep. Frenos y cambio también están a la altura de lo esperado en un modelo que, a pesar de los descuentos, no tiene un precio final nada barato

Pero lamentablemente no todo en el Renegade ofrece la misma sensación. Algunos ajustes del guarnecido interior están mal resueltos y podrían tener una vejez crítica, el apoyabrazos central regulable es una fuente inagotable de desagradables grillos y el sistema de regulación de la altura del cinturón está duro como una piedra, por poner algunos ejemplos detectados en nuestra unidad de pruebas, una versión que Jeep espera sea la más vendida en España. Una pena, porque la primera impresión es magnífica por diseño y la calidad de algunos materiales.

Espacioso para su tamaño exterior

La postura de conducción es inicialmente buena pero también algo rara. La sensación es de que hay cosas que pillan algo lejos incluso para los que van sentados más cerca del volante. Regular el espejo interior requiere estiramientos, el ticket de la ORA que se ha quedado pegado a la luna es inalcanzable, como la guantera derecha… Y aunque la luna delantera es muy grande y en general la superficie acristalada muy generosa, lo cierto es que el pronunciado montante «A» dificulta bastante al conductor la visión a la izquierda en los giros y curvas hacia ese lado. El Renegade ofrece un diseño cuadradote lo que ha permitido, a costa de sacrificar aerodinámica, ofrecer un interior bastante holgado sin que las cotas exteriores se hayan tenido que estirar demasiado. No obstante el Jeep más moderno ofrece menos espacio para ocupantes que cualquiera de los rivales con los que aspira a competir y también al menos 100 litros menos de maletero. Y para medir 4,25 metros de largo, a los ingenieros se les ha ido un poco de las manos el tema peso. Y es que nuestro protagonista marca en báscula casi tonelada y media, más incluso que un Nissan Qashqai, siendo este último un coche con mayor presencia y longitud. 

Lo cierto es que, a pesar de este dato, el voluntarioso motor 1.6 Multijet de 120 caballos diésel, que es algo ruidoso en frío, mueve el conjunto con alegría superando los datos de aceleración y recuperaciones de casi todos sus rivales del segmento superior. Eso sí, conviene mantener la aguja del cuentavueltas por encima de las 1.900 rpm ya que por debajo este propulsor se muestra perezoso, y mucho más si el coche va cargado a tope. El Jeep Renegade es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 178 km/h, ha acelerado de 0 a 100 km/h en 11,4 segundos y los datos de recuperación y adelantamientos están en consonancia con su peso y potencia.

El Trailhawk para los más aventureros

Uno de los argumentos del nuevo Jeep Renegade frente a sus rivales y donde en realidad puede sacar pecho es en la facilidad para salir al campo de la versión Trailhawk, con tracción total y una altura libre al suelo bastante mayor que la de los tracción delantera. Pero esa versión, que ya cuesta 33.000 euros, se reserva para un tipo de público muy específico y minoritario que alternará mucho más a menudo el asfalto con la tierra. La altura libre al suelo de nuestra versión de tracción delantera es menor (175 mm) de la que exhibe un Tiguan o un Kuga 4×2 (200 y 197 respectivamente), y aunque dispone de buenas cotas TT de entrada y salida, esa distancia al suelo junto al tipo de tracción le permiten tan sólo excursiones «light» por caminos sin dificultad. 

El equipamiento de esta versión Limited es muy completo, incluso en sistemas de seguridad, sin embargo algunos detalles no nos han gustado demasiado. Por ejemplo, que el único color sin sobreprecio sea el negro (los otros cuestan 500 o 1.200 euros), que los sensores de lluvia y luces formen parte de un pack que cuesta 750 euros, que las luces día no sean de LED o que la rueda de repuesto cueste 218 euros. 

El Renegade probado tiene un precio de tarifa de 24.950 euros que se queda en 23.234 con el descuento de lanzamiento. Pero la lista de rivales es tan grande (no menos de 25 modelos), sus precios tan competitivos (por menos de 24.000 un Honda CR-V 1.6 i-DTEC) y las tecnologías que ofrecen tan interesantes (por ejemplo el cambio DSG de un Skoda Yeti equivalente), que el Jeep más moderno y reciente lo va a tener complicado en el ambiente más hostil que la marca americana del Grupo Fiat se haya encontrado jamás.