Takeaki Kato, el ingeniero jefe del Lexus NX 300h, me dijo en Fráncfort hace poco más de un año, cuando se presentaba este modelo en forma de imponente concept, que cuando viera el modelo definitivo me sorprendería tanto que querría subirme y probarlo de inmediato. No se equivocaba el ingeniero japonés, y es que hay pocos coches cuyo diseño produzca una atracción especial, y muchas veces estos vehículos son también interesantísimos a nivel técnico. Y todos piden a gritos una experiencia de conducción e incluso pasar toda una vida juntos.
El primer crossover compacto de Lexus
Hasta ahora, pasar toda una vida junto a un Lexus todocamino, costaba no menos de 70.000 euros, el precio del RX 450h. Pero desde la llegada del nuevo NX 300h la bromita cuesta la mitad, ya que el nuevo todocamino está disponible desde 38.300 euros. Se trata de una versión de acceso con un equipamiento menos completo y sólo tracción delantera, pero nosotros hemos querido probar el más completo y nos hemos inclinado por el F Sport con tracción total y mejor preparado para responder a las necesidades de un cliente que en este segmento y después de pagar 55.900 euros, puede ser el más exigente del mundo.
Consumo sensible al uso
Sinceramente, ni siquiera ese tipo de comprador creemos que vaya a sentirse defraudado por algún aspecto del NX 300h F Sport. Y menos si entiende y tiene claro que el todocamino compacto de Lexus no es un todoterreno, aunque pueda ir a la finca en invierno por esos caminos infernales, o subir hasta una estación de esquí con un palmo de nieve sobre el asfalto sin poner cadenas. El NX 300h es un todocamino híbrido no enchufable de categoría «premium» cuyos argumentos más importantes son el diseño, la calidad, el consumo reducido en el entorno urbano, un equipamiento valorado en muchos miles de euros y un despliegue espectacular de electrónica y «gadgets. Éstos permiten pasar en un abrir y cerrar de ojos y a toque de botón, de un funcionamiento ecológico, tranquilo, suave y silencioso, a un modo picante y ligeramente rabioso que ayuda a matar el gusanillo deportivo a un propietario que no siempre va buscando el consumo más bajo. Pero si lo busca, se encontrará con un amigo fiel en ciudad, donde el «Start/Stop», un peso inferior al de sus rivales y la ayuda de los motores eléctricos en un modo EV específico para aprovechar una batería que se carga en marcha en un abrir y cerrar de ojos, permite no pasar de los 7 l/100 km de media en un entorno urbano en el que el NX se mueve como pez en el agua. En carretera para mantener un consumo que luego puedas contar a los amigos hay que ser especialmente sensible y mimoso con el acelerador y no pasar de 120 km/h reales para que el gasto no se dispare (a esta velocidad rondamos los 8,0 l/100 km). Aunque saltarse esta norma tampoco va a suponer el fin del mundo y, teniendo en cuenta sus 197 caballos y su corpulencia, los consumos siempre van a estar por debajo de los de un todocamino equivalente de gasolina sin ayuda eléctrica. En definitiva, los 5,3 l/100 km que homologa la marca se han ido hasta unos 6,9 l/100 km reales.
Con cambio CVT de variador
A pesar de su atlética apariencia y sus agresivas líneas, el NX300h F Sport no es un todocamino deportivo aunque tenga suficientes recursos como para acercarse lo suficiente a esta sensación. Sus 197 caballos proporcionan un rendimiento coherente con su filosofía, con datos de prestaciones muy similares por ejemplo a los de un Volvo V40 D4 de 190 caballos y cambio automático (alcanza 180 km/h de punta y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,0 segundos). Como ha ocurrido en otros modelos, a nivel técnico lo que menos nos gusta del NX 300h es el cambio automático CVT de variación continua, pero también es verdad que esta vez el resbalamiento típico de este elemento que siempre va unido a una mayor sonoridad del motor, está mejor disimulado que en otros modelos.
De los cuatro modos de conducción del NX 300h F Sport, el Sport S+ es el que se muestra más divertido ya que endurece la suspensión regulable y actúa sobre el cambio y la dirección. Además, un Control Activo de Sonido (ASC) de volumen regulable e incluso desconectable (ya visto también en el IS 300h), simula el ruido de escape de un deportivo. Cambiando con las levas, acompañado de ese peculiar sonido, sacándole el máximo partido a los casi 200 caballos y con un aplomo mejorado notablemente, el todocamino híbrido japonés ofrece la posibilidad de divertirse un rato en una carretera virada con un tacto semideportivo y una gran dosis de agrado y comodidad. No ofrece el genio y deportividad que sí podemos encontrar en un Q5 Hybrid, pero resulta suficiente para un tipo de cliente distinto que valora más la suavidad, el lujo y la exquisitez que propone Lexus.
Con tres motores
Además del motor de gasolina y del motor eléctrico delantero que mueven conjunta o individualmente el coche en condiciones normales, el sistema E-Four utiliza un motor eléctrico adicional trasero que se encarga de mover las ruedas del eje trasero cuando los sensores detectan que las delanteras pierden tracción.
El sistema E-Four ahorra energía y combustible porque el vehículo sólo usará la tracción a las cuatro ruedas cuando lo necesite. Y es que cuando el sistema detecta una pérdida de tracción en las ruedas delanteras, reduce el suministro de electricidad en el eje de transmisión del motor de tracción y lo aumenta en el eje trasero. El motor trasero también actúa como generador cuando el vehículo está en la modalidad de frenada regenerativa, aumentando la cantidad de energía cinética recuperada.
Si tenemos en cuenta el espectacular equipamiento de serie, la calidad que rezuma cada rincón, la tecnología utilizada y la exclusividad del diseño y de la propia marca, el Lexus NX 300h tiene un precio elevado pero competitivo y supone una alternativa muy coherente en un segmento que sube como la espuma.