Aunque con su Passat la marca Volkswagen siempre se ha movido cómodamente a caballo entre el segmento generalista y la categoría superior, lo cierto es que el salto cualitativo y tecnológico experimentado por la nueva generación es tan importante que los responsables de la marca alemana están dispuestos a ir más lejos y complicarle la vida a algunos modelos de la categoría Premium, como por ejemplo el BMW Serie 3, considerado por los directivos de Volkswagen como el rival más directo para el recién llegado.
Esta versión cuesta 38.280 euros
Para llevar a cabo esta pequeña revolución con su berlina más exitosa manejan una abultada lista de argumentos de peso, una imagen cada vez más prestigiosa y un precio que, en el caso de nuestro protagonista, es sin duda elevado pero que se convierte en bastante competitivo si sumamos uno a uno los elementos de una dotación imponente y superior a la que anuncian sus contrincantes.
Desde luego, una lista de equipamiento mucho más rica la de nuestro Passat Variant 2.0 TDI DSG en acabado Sport que la del BMW Serie 3 equivalente, un 318d Touring Automático, que cuesta lo mismo pero ofrece 7 caballos menos, tiene un maletero 105 litros más pequeño, acelera de 0 a 100 km/h tres décimas más lento y es 14 centímetros más corto, y en el que habría que adquirir equipamiento por valor de, como mínimo, 6.500 euros para igualar la dotación de la unidad del Passat puesta a prueba. Una octava generación que curiosamente toma el relevo de un modelo que hasta el último momento ha estado dando guerra en los primeros puestos de la lista de superventas. Y es que Volkswagen vende en el mundo a razón de un Passat por minuto, y desde 1973 se han comercializado nada menos que 22 millones de unidades de esta berlina. Sin duda, la marca alemana sabe lo que hace.
Adopta la plataforma MQB
El perfil del comprador de este modelo es el de un varón de 43 años, casado y con dos hijos, un cliente que valora aspectos como la innovación, la calidad o el espacio, y que agradecerá la oferta tecnológica del recién llegado. Porque Volkswagen nunca había presentado tantas tecnologías nuevas en un solo modelo. Un despliegue que la marca justifica como un modo de contribuir al progreso poniendo al alcance de todos -sobre todo los que dispongan de una cuenta saneada en el banco- una batería de sistemas y ayudas que van a hacer más cómoda y segura la vida a bordo.
La nueva berlina familiar mantiene prácticamente la misma longitud que el modelo al que sustituye (mide 4,77 metros de largo); sin embargo, al utilizar la nueva plataforma MQB con una distancia entre ejes aumentada en 79 mm, el habitáculo ofrece cotas de espacio casi de limusina y, desde luego, los mejores valores del segmento. Y lo que tiene más mérito: sin que su longitud o su batalla destaquen sobre el resto. La prueba del algodón llega cuando, con mi elevada estatura (1,86 metros), me siento al volante con la butaca en una posición ideal y a continuación me paso a la parte trasera, pues faltan todavía 8 centímetros para rozar con la rodilla en el respaldo delantero. La sensación que proporciona ver tanto espacio alrededor es magnífica, aunque cuando ocupamos la parte central del asiento trasero la comodidad empeora con una zona mucho menos mullida, un voluminoso túnel de transmisión de 20 centímetros de alto y 17 de ancho y una consola central que se acerca demasiado al asiento trasero. Al menos esta tiene salidas de aire y una tercera zona de climatización con mandos digitales independientes.
Entre 600 y 1.780 litros de maletero
La presentación y la calidad del nuevo Passat son de primer nivel y superan sobradamente los estándares del segmento generalista hasta situarse a la altura del mejor modelo Premium. Y esto incluye la zona de carga de una versión que ha cuidado especialmente el maletero con dos perchas fijas, dos plegables, cuatro argollas de sujeción y una toma de corriente. El doble fondo, que en otros países permite anunciar un volumen de 650 litros al sustituir la rueda de repuesto por un kit de reparación, se reduce en España en 50 litros hasta los 600, al llevar de serie y con buen criterio una rueda de repuesto con llanta de aleación de 18 pulgadas. En cualquier caso, dentro de la llanta queda espacio para dejar algún bulto pequeño escondido y el volumen restante -de formas muy regulares- es más que suficiente para trasladar media casa o, muy parecido, el equipaje de una familia para un mes de vacaciones.
El Passat Variant en acabado Sport está realmente bien equipado, pero algunas opciones, como el portón eléctrico, el acceso y arranque sin llave o la suspensión regulable, son adictivas y una vez que las pruebas y utilizas a diario se vuelven absolutamente recomendables y necesarias siempre que estés dispuesto a gastarte 2.000 euros más.
Un comportamiento impecable
De esas tres opciones comentadas, la que destaca como más práctica es sin duda la suspensión regulable DCC, que permite adaptar la dureza de la suspensión en cuatro modos según el tipo de uso. Estos son Comfort, Normal, Sport, Eco e Individual. Se trata de un sistema que ya ofrecía el modelo anterior y que ahora, con «silent-blocks» hidráulicos en el subchasis trasero, se combina con algunas mejoras que multiplican su eficacia. Hablamos de un menor peso total del vehículo -60 kilos menos que el anterior y 192 menos que un Opel Insignia de características equivalentes-, unos neumáticos de 18 pulgadas y una plataforma MQB más rígida y eficaz con un eje trasero modular «Performance», multibrazo que con un esquema muy parecido al anterior, mejora en aspectos como la rigidez transversal. Sobre el asfalto, el Passat Variant «sabe» a Volkswagen; es decir, que se le nota ligero y ágil, con un aplomo de segmentos superiores y un paso por curva de gran calidad ya sea con un solo ocupante o con el coche cargado. Una calidad de pisada que transmite seguridad, agrado y facilidad de conducción. Una sensación que nos es familiar de otros modelos de la marca y que nos hace pensar que siempre hemos estado sentados a bordo. Y esto no sería posible sin un tacto de frenos casi perfecto -y unas distancias de frenado especialmente cortas-, sin una dirección que de verdad «te cuenta» lo que pasa bajo las ruedas y sin un cambio DSG que, tras los primeros 10 metros, te hace olvidar cualquier atisbo de embrague y palanca manual. En este sentido, al nuevo Passat le ha faltado redondear la jugada con una respuesta más inmediata al acelerador desde parado, pues a veces esa parsimonia te deja en situaciones comprometidas y con un motor algo menos ruidoso en frío, aunque apenas se nota en el interior mejor insonorizado del segmento. Pero este propulsor ahora rinde 150 caballos desde menos revoluciones y ofrece más par en una horquilla mayor. Es el motor más versátil de la marca y el más aconsejable del Passat, pero también el que más se va a vender por su extraordinario equilibrio entre prestaciones y consumos. Estos se han reducido en 0,5 litros de media respecto a la versión anterior con 140 caballos, y aunque en el depósito de combustible caben 5 litros menos que antes, su autonomía real ronda los 1.000 kilómetros con un tanque que, a día de hoy, costaría 70 euros.
En cuanto a sus prestaciones hay que decir que esta versión en concreto es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 216 km/h. Le hemos medido un paso de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos (homologa 8,9 segundos) y puede realizar adelantamiento recuperando de 80 a 120 km/h en tan sólo 7,1 segundos. Sinónimo todo ello de rapidez.
Entre otras «delicatesen», el Passat lleva de serie el nuevo Digital Cockpit, o cuadro digital configurable -útil y muy visible-, el sistema de navegación, la conducción «a vela» en modo Eco -que ayuda a consumir menos- o los faros LED -con una iluminación impresionante-. Y es una lástima que la opción de cambio DSG, con un consumo ligeramente más elevado, haga saltar el tramo impositivo del impuesto de matriculación hasta el 4,75 por ciento, aumentando el precio de esta opción hasta los 3.925 euros. No obstante, damos por buena la inversión por agrado de uso, eficacia y rapidez en los cambios.
El nuevo Volkswagen Passat Variant 2.0 TDI 150 DSG Sport es un escaparate tecnológico muy apetecible que dará que hablar.