Desde 2002 Volvo ha vendido más de 636.000 XC90. En aquellos años, la marca sueca fue una de las pioneras en este segmento. Pero ahora las cosas han cambiado y los rivales le salen al XC90 desde todas partes. Las marcas premium se pertrechan para librar esta batalla por el segmento de los todocamino más exclusivos. Y la marca sueca, que no quiere quedarse atrás y que sabe mucho de cómo hacer estos coches, lanza su órdago con el nuevo XC90.
Tan Volvo como siempre el nuevo XC90, que se fabrica en Torslanda, apuesta por una línea estética más ligera, menos potente que en el anterior. Pero es sólo imagen, porque la potencia del diseño sigue estando. Tal vez lo que ocurre es que se ha estilizado la línea -ni más ni menos que lo que ha hecho Audi con el Q7, por ejemplo-. Y el resultado es muy aparente. Sigue transmitiendo solidez y fortaleza pero también menos sensación de mastodonte. Por el momento, la cosa va bien.
Interior de alta calidad
Y sigue mejorando al abrir las puertas y asomarnos al interior. Si siempre habían destacado la calidad y calidez de los materiales que utiliza la marca sueca, en este XC90 roza la matrícula de honor. Un diseño limpio y muy racional -imaginad los muebles de Ikea pero con acabados de lujo-, eso es el interior del XC90. Plásticos de gran calidad y perfectos ajustes se mezclan con inserciones de aluminio y remates en madera en un salpicadero con sólo ¡¡¡8 botones!!! En él el conductor no tendrá que hacer un curso avanzado para sabe qué maneja cada botón.
Eso no quiere decir que el nuevo XC90 esté falto de dispositivos o de sistemas de seguridad, o ayuda a la conducción. Lo que ocurre es que en Volvo han hecho un ejercicio de simplicidad y han concentrado la mayoría de funciones en una pantalla táctil de 9 pulgadas de manejo muy intutivo, porque permite controlar cuatro funciones a la vez. Por ejemplo, si tienes desplegado el navegador, como función principal en la pantalla, por debajo estás viendo el equipo de música, y debajo la conexión de tú teléfono y aún más abajo el sistema de climtazación. De esta manera no tienes que ir pasando a un menú principal desde el que elegir cada una de las funciones. Simplicidad escandinava.
Siete plazas muy modulables
También es simple, y muy cómodo y agradable, la forma de modular el interior del Volvo XC90. Con 7 plazas individuales, todas se pueden plegar, abatir o esconder a discreción. De manera que 7 ocupante se pueden acomodar de forma muy racional y confortable. Los asientos de la tercera fila acogen a personas de hasta 1,70 metros de estatura con un nivel de confort bastante considerable. Para no muchos kilómetros, eso sí, pero confort al fin y al cabo.
Y además queda un maletero de 285 litros y con formas muy aprovechables. Un defecto -alguno habría de haber- el acceso a esas plazas traseras; y otro que para desplegar los asientos traseros cuando están abatidos, mejor hacerlos desde las puertas laterales, porque desde el maletero hay que estirarse mucho. Incluso han conseguido que la bandeja cubreequipajes se pueda quitar y acoplar en el maletero sin ningún problema.
Cinco modos de conducción
Tampoco tendrá problemas el conductor, pues el manejo del Volvo XC90 es muy agradable e intuitivo. Ya hemos comentado que todos los sistemas se manejran a través de sólo 8 botones. Pero eso no quita para que todo se pueda personalizar al máximo. Por ejemplo, el conductor puede variar la presión de los amortiguadores, así como elegir entre 5 tipos diferentes de conducción: Eco, Confort, Off Road, Dynamic o Individual.
En función del tipo elegido el XC90 priorizará consumo, comodidad, dará más importancia a las prestaciones y el tacto deportivo o elevará la carrocería para acometer alguna aventura fuera del asfalto. Y el modo Individual permitirá que modelemos a nuestro antojo el comportamiento del Volvo XC90.
Y en seguridad, en vanguardia
Poder y empuje a la última y, por supuesto, con la seguridad como bandera. El XC90 se convierte en el escaparate de sistemas de seguridad de Volvo. A los dispositivos más o menos habituales en la marca, el SUV grande sueco suma dos novedades mundiales, el sistema de frenado en intersecciones y el Run Off Road, que minimiza riesgos en salidas de carril.
Pero la manera de ver si todo lo anterior está a la altura, es ponerse detrás del volante y comenzar a recorrer kilómetros. Es lo que hemos hecho en Tarragone con el Volvo XC90 D5, que será más que probablemente, el modelo más vendido. Se trata de un propulsor de la nueva familia Drive E -motores de cuatro cilindros- que desarrolla 225 caballos, con un par máximo de 400 Nm. Gestionado por un cambio automático de 8 velocidades (hemos echado de menos las levas en el volante, pero nos han asegurado que las versiones probadas eran preseries y que los XC90 de producción contarán con este dispositivo) el XC90 empuja como un demonio cuando se le exige al acelerador.
Dinámico y muy confortable
Y no sólo eso, sino que la sensación de comodidad y seguridad se mantiene por cerrada y complicada que sea la curva. Hay pocos balanceos (se agradece la menor altura que en el anterior XC90) y si circulamos en el modo Dynamic notaremos mayor tacto y dureza en el volante y que las suspensiones también se vuelven más firmes para aumentar la sensación de control. El modo Eco y el Confort también son agradables, pero más pensados para un uso en autovia, donde el pasaje no protestará con los cambios de trazado. Buenos frenos y un volante de tamaño tirando a pequeño, que se maneja con mucha facilidad. Y un consumo homologado de sólo 5,8 l/100 km, lo que para un coche de este porte está muy bien.
Un gran conjunto, en definitiva pues combina perfectamente comodidad, potencia, prestaciones y una imagen moderna y personal con una excelente versatilidad. Nos ha quedado probarlo fuera de carretera, pero no va a ser ese su hábitat natural, por lo que nos ahorramos el intento.
A partir de 53.900 euros
El nuevo Volvo XC90 llega al mercado en junio. Estará disponible en un primer momento, en dos versiones, este D5 probado por un precio a partir de 59.471 euros y en versión T6 (motor de gasolina de 320 caballos con un consumo medio de 7,7 l/100 km). Un poco más adelante, se sumarán la versión D4 (motor diésel de 190 caballos) que tendrá un precio de partido de 53.900 euros, el T5, motor de gasolina de 254 caballos y la versión tecnológicamente más avanzada, el T8, que combina un motor de gasolina de 320 caballos con un propulsor eléctrico de 80 caballos y que homologa unas emisiones de CO2 de sólo 59 g/km. Y más adelante habrá también versiones de cinco plazas y de tracción delantera.