Rolls Royce tiene un lema que cumple al pie de la letra. «Take the best and make it better», que no es ni más ni menos que «coge lo mejor y hazlo todavía mejor».
Sólo fabricarán esta unidad
Esta filosofía es la que ha trasladado a este majestuoso Rolls Royce Phantom Serenity, una creación única e irrepetible con la que el fabricante inglés nos ha sorprendido en el Salón de Ginebra. Ha sido desarrollado por el departamento Bespoke de Rolls Royce, quienes se han inspirado en el mundo oriental para crear un ambiente relajante y placentero en el que su orgulloso propietario podrá viajar cómodamente, y olvidarse así de sus quehaceres del día a día.
Perlas en su carrocería
Para comenzar, la carrocería de este Rolls Royce Phantom Serenity está pintada en un color único y creado exclusivamente para él. Se denomina «Madre Perla» y precisamente son perlas naturales el material que se utiliza para darle esta inconfundible tonalidad exterior. Pero una vez aplicado el color en su carrocería, ésta se pule a mano en un proceso en el que se emplean más de 12 horas para dejarlo con un aspecto reluciente. También presenta unos detalles pintados artesanalmente en los laterales de su carrocería.
El cuero se sustituye por la seda
Si el exterior sorprende, el habitáculo nos transmite armonía con sólo admirarlo. Es lo que se ha buscado en la parte posterior de este Rolls Royce Phantom Serenity, cuyos asientos se han tapizado en hilo de seda de Suzhou, China, material que sorprende ver en lugar del suave y brillante cuero curtido y teñido de forma artesanal por expertos que sólo trabajan con Rolls Royce. Con fino este material se ha creado un tejido exclusivo con el que se revisten además los paneles de las puertas, el techo, donde se a bordado artesanalmente un colorido motivo floral. Para enlucir los paneles del salpicadero y las puertas se ha utilizado madera de cerezo ahumada.
En todo el proceso de personalización Rolls Royce invierte más de 600 horas.