Volkswagen Passat 1.4 TSI ACT 150. Un diésel con siglas TSI

Confieso que si ahora mismo llegara desde Marte, y visto la que hay liada con el 'affaire Volkswagen', me lo pensaría dos veces antes de comprarme un vehículo de esta marca. Afortunadamente estoy por aquí y me dedico a probar coches. Independientemente de que lo hecho por la marca alemana tiene difícil justificación, lo cierto es que cuando tienes entre las manos un modelo como nuestro protagonista es muy complicado resistirse a sus encantos.

El Volkswagen Passat es un gran vehículo en todos los sentidos. Y más allá de cómo salpicará la crisis a los motores diésel, lo cierto es que hay vida más allá. Las siglas TDI las conoce todo el mundo. Las TSI, que se asocian a las mecánicas de gasolina, van camino de ello y pueden tomar el testigo con total naturalidad.

Gasta menos que con 125 caballos

El Passat 1.4 TSI de 150 CV de potencia es la versión que menos consume de la gama gasolina. Cierto es que hay una variante que comparte el mismo bloque y eroga 125 CV, pero homologa casi medio litro más de media en ciclo mixto. La razón hay que buscarla en la tecnología ACT, o desconexión automática de cilindros que contempla nuestra unidad.

Primero, la teoría. Este sistema desconecta el segundo y el tercer cilindro temporalmente, dejando el trabajo a los dos exteriores. Esto se produce cuando la carga del motor lo permite, entre 1.400 y 4.000 rpm, y siempre y cuando no se superen los 130 km/h. Se realiza de manera totalmente automática y sin que el conductor se percate de ello, si no fuera por un mensaje que aparece en el cuadro de mandos que nos indica que circulamos en dos cilindros.

En la práctica es igual, pero sin cifras. Lo cierto es que circulando con esta versión vamos en dos cilindros mucho más de lo que podría parecer en principio. Si somos cuidadosos a la hora de pisar el acelerador, 'desconectará' al levantar el pie o al llevar una velocidad de crucero constante en un tramo plano. También entra en acción en circulación urbana, aspecto que unido a un sistema de parada y arranque automáticos del motor justifica su moderado consumo.

Y anda como un 150 caballos

Cuidar el bolsillo y aumentar la autonomía son factores importantes, pero para que el producto sea 'redondo' también es necesario ofrecer un buen rendimiento y un tacto general agradable. Lo es en ambos casos.

Al accionar el botón de arranque (opcional), el propulsor apenas da señales de vida. No suena y apenas vibra, hasta el punto de que en ocasiones no sabemos si está parado por efecto del mencionado sistema Start/Stop. Nos ponemos en marcha. Soy partidario a ojos cerrados del cambio de doble embrague DSG, tanto por su funcionamiento, como por lo mucho que facilita las cosas en el día a día. Y quizás éste sea el aspecto que menos me agrada de esta motorización, ya que me obliga a adquirirlo con la 'clásica' caja de cambios manual de seis relaciones. Eso sí, se puede combinar con un eficaz sistema de tracción total 4Motion, pero no es nuestro caso.

Retomamos el hilo y afrontamos nuestros primeros metros. El tacto del cambio es francamente bueno, como el de la dirección. Ya sabemos de antemano que los desarrollos finales son largos, con el fin, de nuevo, de limitar el consumo y la sonoridad a velocidades de crucero en autopista. Sin embargo, el rendimiento y las prestaciones registradas en nuestro circuito de pruebas no defraudan. Al contrario.

El par motor de este 1.4 TSI ACT no llega, ni de lejos, a las cifras del 2.0 TDI también de 150 CV (25,5 mkg frente a 34,7), pero sí que es capaz de ofrecerlo a un régimen de vueltas inferior al del diésel. De esta manera, desde apenas 1.400 rpm ya notamos su gran capacidad de trabajo, registrando unas recuperaciones muy brillantes.

A la vez, permite jugar con un abanico más amplio en el tacómetro, ya que podemos apurar hasta las 6.000 vueltas sin perder energía. Es decir, tenemos lo mejor del diésel por abajo y lo mejor de la gasolina por arriba.

Eso sí, si apuramos y vamos rápido hay que olvidarse de las atractivas cifras de consumo que brinda esta unidad. En carretera ha protagonizado 4,7 litros de media, y 6,4 en autopista manteniendo los 120 km/h constantes. De todas formas son las cifras más optimistas que podemos lograr, ya que lo medimos en solitario y sin la climatización funcionando.

Dinámico y confortable

Si la respuesta de este vehículo es más que suficiente para realizar adelantamientos, incluso a plena carga, tampoco nos defraudará lo más mínimo su comportamiento dinámico. Hay que destacar su agradable tacto general y el elevado confort que ofrece a sus ocupantes. En ocasiones confort y agilidad son términos que no casan bien. En este aspecto, el Passat brilla en lo primero y cumple con creces en lo segundo. Si hay que destacar algo, el equilibrio general del que hace gala sería su mayor virtud.

No obstante, si queremos 'algo más' cuando llegan las curvas, se puede optar por una suspensión deportiva, con tarados más firmes y 15 milímetros menos de altura de la carrocería, o incluso a una adaptativa que permite elegir entre cinco modos diferentes de uso. Tampoco hay mucho que decir sobre las distancias de frenado. En una parada de emergencia a 100 km/h recorre 38,9 metros y en 2,8 se detiene por completo. Y lo mejor, de una forma estable, sin malas maneras… Llegados a este punto habría que destacar que su peso en orden de marcha es de 1.387 kilos, uno de los más bajos de su categoría.

Sin duda, el Passat es una de las referencias de su segmento. En su última generación entra mejor por los ojos a nivel estético, está mejor hecho y ofrece una habitabilidad sobresaliente. La presentación del interior no es un 'alarde' de cara a la galería. Prefiere apostar por la calidad más que por la vistosidad, destacando la generosa pantalla táctil del salpicadero que aglutina buena parte de la información.

Muy amplio atrás y con un gran maletero

La ergonomía se ha cuidado, más en esta unidad con acabado Advance, pues monta de serie una butacas delanteras 'ErgoConfort' que brindan un mejor apoyo a la espalda. Detrás el espacio para las piernas es sobresaliente, aunque en este aspecto un pariente cercado que atiende al nombre de Skoda Superb se muestra intratable. También el maletero, con 586 litros, es una verdadera cueva, y la tapa se puede abrir con guiños tecnológicos como el sistema 'Easy Open', tras mover el pie por debajo del paragolpes.

El Passat dispone de una verdadera avalancha en materia de asistentes dirigidos a potenciar la seguridad, el confort y la conectividad, pero lo cierto es que para poder disfrutar de muchos de ellos (quizás demasiados) hay que acudir a la carta de opciones y, por tanto, incrementar el precio de salida de 29.620 euros.

En definitiva, esta versión 1.4 TSI ACT de 150 caballos es sumamente atractiva y tremendamente equilibrada por el rendimiento que brinda y el consumo que registra. No sabemos cómo afectará a VW su crisis actual, pero no hay duda de que hay vida más allá del diésel…

Ficha técnica