El pasado 29 de abril Fernando Alonso publicaba una foto del MP4-30 desde un agresivo ángulo, a ras de suelo, envuelto en la oscuridad. Y solo un texto: «Tic tac, tic tac, tic tac…». Una suerte de cuenta atrás de un tiempo nuevo que los protagonistas esperaran con impaciencia.
Gran expectación por ver la evolución de McLaren
Es una de las grandes incógnitas y atractivos para el próximo Gran Premio de España. El proyecto de McLaren y Honda ha comenzado muy por debajo de las expectativas para sendas entidades de semejante prestigio y potencial. Hasta el momento, las cuatro primeras carreras se han considerado una suerte de 'pretemporada' por Fernando Alonso, ciclo que debería haber terminado con el Gran Premio de Bahrein.
Pero desde el propio Alonso y del equipo se destila confianza ante el futuro que comienza en Montmeló. «Mi predicción es que en Barcelona veremos el primer gran paso» explicaba Alonso tras la última carrera, «mi otra predicción es que las tres próximas pruebas serán muy interesantes para nosotros. Soy optimista, aunque consciente de que todavía queda mucho por hacer», comentaba al incluir el Gran Premio de Mónaco como una posible sorpresa dada la menor incidencia de la potencia en el rendimiento de los monoplazas.
«Prometo a mis seguidores hacer todo lo posible para mejorar el rendimiento. Los pasos que hemos dado desde Melbourne apuntan en la dirección correcta. Estaremos trabajando a marchas forzadas para aumentar el rendimiento en Barcelona y las probabilidades indican que deberíamos lograrlo». Todo apunta a que así debería confirmarse en Montmeló. Pero las expectativas han de convertirse en realidad.
Entre 12 y 15 km/h de media más lento en velocidades punta, con unos 120 caballos de potencia de déficit, es de esperar que equipo y fabricante nipón incorporen a su monoplaza las lecciones y experiencias de tan duro arranque con una progresiva y sostenida evolución. «Tenemos ya cierta consistencia en nuestro monoplaza, pero el conjunto (chasis y motor) aún no está maduro para rodar a su total capacidad», apuntaba Eric Bouiller recientemente. La estrategia de McLaren y Honda está clara, «tenemos que limitar los daños asegurándonos de que progresamos consistentemente sin volvernos locos, si introducimos evoluciones y hay algún riesgo, podemos aceptarlo. Si no, no lo hacemos».
La pasada semana, el propio Eric Bouiller confirmaba que el MP4-30 no sorprendería con una gran evolución de su unidad híbrida en la próxima carrera. «De Barcelona en adelante habrá mejoras de rendimiento regularmente, lo que significa Montmeló, Mónaco… todas las carreras hasta el parón veraniego. Estos días ya no existen esos paquetes de grandes cambios en los que se modifica todo, sino que tendremos una nueva base que nos permitirá lograr más rendimiento a corto plazo». En este contexto, que Fernando Alonso pueda entrar en el Q3 y en los puntos en Montmeló sería un gran éxito. Lo de ser doblados debería ya pasar a la historia.
Los debutantes pilotos españoles ilusionados
Pero en esta edición, afortunadamente, Fernando Alonso estará bien acompañado. Si un Gran Premio de España es un evento único para cualquier piloto español, para Carlos Sainz y Roberto Merhi más si cabe, porque será la primera participación de los dos ante los suyos.
El madrileño llega avalado por su gran comienzo de temporada, en el que está superando las expectativas incluso del propio Helmut Marko. Con dos clasificaciones dentro del Q3, dos llegadas a meta en los puntos, su gran remontada en Malasia y, sobre todo, una gran madurez dentro y fuera de la pista, Sainz encuentra fuertes bazas en el magnífico chasis de Toro Rosso, aunque lastrado por la debilidad mecánica de Renault en esta primera parte de la temporada.
En Bahrein, el equipo italiano andaba justo de unidades, y es de esperar que Renault consiga esa evolución en fiabilidad que ha prometido para este segundo ciclo. «Habrá alguna evolución aerodinámica, pero donde tenemos que mejorar es en el motor». Para Sainz no será fácil terminar la carrera. Lograrlo en los puntos tendría sabor a victoria en Montmeló.
En cuanto a Roberto Merhi, algunos rumores apuntan a que esta podría ser su última carrera en la Fórmula 1 si Manor encuentra otro piloto con respaldo económico. De momento, sería magnífico que Merhi pudiera contar con un monoplaza, cuando menos, a la altura del que maneja Will Stevens. El británico aporta unos tres millones de euros y dispone de un material más competitivo. Sólo hace falta repasar sus velocidades máximas en las tres carreras previas de la temporada. Para Merhi también sería un gran resultado completar la prueba bajo la bandera a cuadros como en todas sus apariciones hasta el momento.
Lucha sin tregua en la parte alta de la clasificación
Al margen del interés y atractivo que representa la participación de los pilotos españoles en Montmeló, la cita hispana abre otro capítulo en el duelo que mantienen Mercedes y Ferrari ¿Recortará diferencias el equipo italiano en la pista catalana? En 2014, el fabricante alemán llegaba con tres dobletes y cuatro victorias en su haber. El paisaje es ligeramente diferente al de la pasada temporada, en la que pronto se evaporaron las expectativas de que algún equipo -Red Bull en su caso- pudiera truncar el dominio de Mercedes, que se mantuvo de forma aplastante durante toda la temporada Este año, sin embargo, se presentan opciones más realistas para que el fabricante alemán pueda ser nuevamente derrotado por Ferrari.
Montmeló es un trazado exigente con la degradación de neumático, y en este apartado el SF15 T podría aprovechar sus virtudes en carrera. Aunque el W06 disfruta de una superior potencia a una vuelta en entrenamientos, el domingo resulta más crítico para la gestión del neumático por su mayor carga aerodinámica. Por contra, el monoplaza italiano genera menos temperatura a una vuelta, pero alarga la vida del neumático en carrera. Y con agresivas estrategias de carrera de la Scuderia, ya hemos visto en peligro a Rosberg.
«Cada carrera ha significado un paso hacia adelante de Ferrari», explicaba Toto Wolff la pasada semana, «su ritmo de desarrollo ha sido impresionante durante el invierno y en las últimas tres pruebas, es un gran desafío para nosotros». Si el equipo italiano también lograra acortar diferencias con las evoluciones aerodinámicas a introducir en Montmeló, quizás pueda volver a ganar en la pista de su última victoria, con Fernando Alonso en 2013. Dadas las circunstancias, quizás no para el piloto español, pero nada sería mejor para el presente campeonato.