Contrariamente al resto de sus principales competidores, el Kia Carens ofrece la misma distancia entre ejes de 2,75 m tanto para la versión de 5 plazas como para la de 7. Con mucha habilidad, sus diseñadores han llegado a un buen equilibrio para satisfacer a los habituales clientes de un monovolumen compacto, manteniendo unos precios de venta muy razonables: desde 19.900 a 29.000 euros, con un suplemento de 750 euros para las versiones de 7 plazas. A estas cantidades hay que restar 3.250 euros de campaña de lanzamiento. Y si el comprador se acoge al plan PIVE, podrá restar otros 2.000 euros, o 3.000 si adquiere el Carens de 7 plazas.
Esos 2,75 m de distancia entre ejes del Carens se sitúan entre medias de los 2,70/2,77 de los Renault Scénic y Grand Scénic, entre los 2,65/2,79 de los Ford C-Max y entre los 2,74/2,78 de los nuevos Citroën Picasso. Es decir, Kia ofrece un vehículo único pero dirigido a dos tipos de usuarios: aquellos que necesiten 5 plazas y un enorme maletero (1,10 m de anchura y 536 litros de volumen, ampliables a 1.694); o aquellos que necesiten, bien 6 plazas y una buena capacidad de carga, bien 7 plazas ocasionales, en cuyo caso el maletero queda reducido a un volumen simbólico de 103 litros.
Muchas configuraciones interiores
Pero la practicidad del Carens va mucho más allá de las cifras, gracias a la configuración de los 3 asientos de la segunda fila; son 3, cada uno de ellos con un reglaje longitudinal de unos 20 cm, y con respaldo regulable en inclinación. Ello permite promediar el espacio existente dentro del habitáculo, primero para que los niños sentados en la 3ª fila consigan colocar razonablemente sus piernas; segundo, para que los ocupantes de la segunda fila puedan tener más espacio libre para sus hombros; y tercero, para aumentar la zona destinada a los equipajes. ¿Es un compromiso? Sí, pero muy práctico, conservando una carrocería suficientemente 'compacta' de 4,52 m de longitud. Además, para poder ampliar por partes la capacidad del maletero, los respaldos de la 3ª fila se abaten individualmente; el suelo del habitáculo es completamente plano; la cota de altura libre para los pasajeros supera los 100 centímetros en la 1ª y 2ª filas; y el respaldo del asiento del copiloto también puede abatirse hasta la horizontal, permitiendo cargar objetos de hasta 2,15 metros de longitud dentro del vehículo.
Las dotes de manejabilidad del Carens son directamente proporcionales a sus 4 metros y medio de longitud. Con su eje trasero de tipo torsional y una dirección de 2,7 vueltas entre topes, se conduce fácilmente. Los mandos son suaves y el confort de suspensión no desentona en absoluto. Únicamente, el montante A resta algo de visibilidad al conductor en curvas a izquierdas. Lo que sí es claramente mejorable es el nivel de sonoridad, sobre todo de las versiones diésel. Hemos podido probar la de 136 CV, y su respuesta es muy capaz para un coche de estas características. Por último, también hemos conducido la versión de gasolina de 135 CV, y su par motor se queda algo justo en determinadas circunstancias para tirar de un desarrollo final de unos 40 km/h en 6ª.