El departamento Bespoke de Rolls Royce, con sede en la factoría que la firma británica tiene en Goodwood, es el que se encarga de fabricar las unidades más exclusivas y artesanales. Convierten en realidad y de forma completamente artesanal, los pedidos especiales de cualquiera de sus singulares clientes, que acuden a ellos cuando desean que su Rolls Royce sea único.
Con un aire clásico y elegante
Precisamente a este departamento Bespoke es donde acudió el propietario de este Rolls Royce Phantom Zahra, una unidad exclusiva que lleva a su máxima expresión lo que la firma británica entiende por lujo. Se aleja a nivel estético de las últimas creaciones de Bespoke, con unidades que apostaban por colores exteriores poco acordes a un Rolls Royce, pero no por ello deberíamos calificarlos de horteras. Su carrocería, con 6,09 metros de longitud, se ha pintado en tonos clásicos, mezclando el negro y el plata, los cuales se decoran con motivos florales pintados a mano en sus aletas delanteras y en los pilares traseros.
El cliente, apasionado del arte y la cultura según asegura Rolls Royce apostó por un Phantom de batalla alargada, una versión que ofrece un habitáculo sublime y realmente espacioso, sobre todo en su parte posterior, concebida para el uso y disfrute en cualquier trayecto, e incluso en parado. Para ello todo su interior se tapiza en cuero de color blanco, con un piso donde encontramos una moqueta de la más alta calidad y un techo que también se tapiza en cuero y donde destaca el famoso «techo estrellado», conocido como Starlight Roof.
Elementos creados de forma exclusiva para el
Para ofrecer la mayor privacidad a sus ocupantes, se ha instalado un panel que separa sus dos zonas y en el que encontramos un exclusivo reloj que podría ser definido como una obra de arte por si mismo. Si nos cansamos de mirar la hora, detrás se ha equipado con diferentes pantallas TFT en el techo del vehículo.
Bespoke ha ideado unas singulares molduras decorativas para el habitáculo, que se fabrican en madera de fresno con inserciones en nacar.
Este exclusivo Rolls Royce Phantom Zahra utiliza el mismo propulsor que el resto de estos majestuosos vehículos cuyo peso es de 2.745 kilos. Para mover semejante masa, la firma británica apuesta por la carismática cifra de 6,75 litros de cilindrada, repartida entre sus doce cilindros, una mecánica atmosférica que genera una potencia de 460 CV y un par máximo de 720 Nm, suficientes para que pueda alcanzar una velocidad punta de 240 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos.