Cuando una empresa es capaz de manejar la fibra de carbono como si de un juguete se tratara puede crear cosas que se nos escapan de la imaginación. Este es el caso que nos ocupa hoy con la moto de agua creada por Mansory. Recubierta de fibra de carbono y con mucha potencia, este vehículo promete ofrecer sensaciones hasta ahora desconocidas.
550 caballos de potencia en un cuerpo muy ligero
Si yo fuese el Rey Midas de la fibra de carbono habría creado cosas escandalosas solo por el gusto de poder hacerlas. Botellas de agua irrompibles, trajes de la guerra de las galaxias, platos… lo que sea con tal de divertirme y a su vez crear algo práctico. Y eso debió pensar Mansory a la hora de crear esta moto de agua.
El preparador alemán se fue al mercado y escogió de entre todas las marcas el vehículo más potente en motos acuáticas, la Sea-Doo RXT-X 260 RS (o lo que es lo mismo, el Ferrari de las motos de agua). Después en su ímpetu por crear algo totalmente revolucionario, desnudó su cuerpo y lo completó con fibra de carbono por todas partes. ¿El resultado? Una moto de agua que pasa de 260 a 550 caballos de potencia con una reducción de peso de 10 kg. Casi nada.
No nos han pasado cifras oficiales de velocidad máxima, pero podemos asegurar que con esa potencia se pueden romper cuellos con simple toque de gas.