comscore

Lexus GS F. Objetivo, BMW M5

Un deportivo de casi 500 caballos ya es un 'bicharraco' que impone. Si encima mide 4,91 metros la cosa se pone seria. Y si es de la marca Lexus y se apellida F, uno espera la máxima expresión de deportividad y lujo mezclados en un solo coche y con cada uno de esos mundos en la proporción más adecuada. A ver si no quién sería capaz de combinar mejor el motor V8 de 477 caballos del RC F con la exquisita carrocería del GS sin perder en el intento ni tacto deportivo ni la calidad, el espacio o el refinamiento de la mejor berlina de representación. Pues así es el nuevo Lexus GS F, una berlina deportiva cuyo rival más directo sería el BMW M5, un tipo de coches con un cliente de perfil muy específico que busca fuertes emociones sin sacrificar espacio, comodidad, lujo o refinamiento.

Una gozada en el Circuito del Jarama

Probar el GS F es toda una experiencia, desde que entras por la puerta y te sientas frente al volante abrumado por el despliegue de medios, hasta que sales con una sonrisa de oreja a oreja si, como nosotros, has tenido oportunidad de dar cinco vueltas al Circuito del Jarama sin límite alguno impuesto por el sufridor que llevaba al lado y que me cambiaba en cada giro el 'setup' del coche para probar los diferentes modos de conducción. Previamente tuve la ocasión de moverme con la berlina deportiva de Lexus por la sierra madrileña y confirmar varias cosas. Una, que el sonido del motor que llega al habitáculo es espectacular. Dos, que la suspensión firme que requiere semejante cifra de potencia y tamaño de coche resulta un poco incómoda en asfalto irregular. Y tres, que el conjunto motor-cambio es una gozada.

En el caso del sonido, activando el Active Sound Control en modo Sport S o Sport S+, el ruido real del V8 llega filtrado y seleccionado -digamos que la parte bonita del sonido-a los altavoces de atrás, tecnología digital al servicio de los sentidos. Si nos referimos a la suspensión, los ingenieros de Lexus creen que, sin recurrir a ningún tipo de amortiguación regulable, han conseguido un magnífico equilibrio entre agarre y comodidad. Sin embargo, para obtener un buen agarre y convertir a este ejemplar en un deportivo divertido pero a la vez fácil de conducir se sacrifica comodidad en asfalto deteriorado. Los amortiguadores Sachs de última generación y un eje trasero multibrazo muy bien calibrado realizan su trabajo a la perfección, sin embargo un tren de rodaje con amortiguadores de dureza regulable habrían redondeado el trabajo.

Chasis desarrollado en Fuji y Nürburgring

Pero si no pisas una carretera española de segundo orden todo va a ir sobre ruedas y vas a notar que el chasis del GS F ha sido desarrollado en los circuitos de Fuji y de Nürburgring. Además te darás cuenta de que el deportivo 'premium' de Lexus te permite ir descubriendo sus límites a base de modos de trabajo que irás activando o desactivando a placer hasta que puedas sacarle el máximo partido al coche. Una auténtica gozada.

Los 477 caballos del V8 son puros a base de cilindrada y sin las ayuda de turbos o compresores volumétricos. Un motor que ya vimos en el RC F y que el GS F encaja aún mejor por refinamiento y prestaciones. La gracia de este propulsor es que combina los dos tipos de ciclos, el Atkinson para un rendimiento elevado a velocidades de crucero y el ciclo Otto tradicional para garantizar aceleraciones fulgurantes. El modo en que los ingenieros de Lexus han conseguido combinar ambos ciclos es largo y complicado de explicar en poco espacio, pero lo importante es que funciona. Aunque hay que reconocer que este V8 no está al nivel de potencia y prestaciones del V8 turbo utilizado por el M5, el peso total del conjunto en el GS F es 155 kilos menor, lo que compensa en parte estas diferencias y al final sólo tres décimas separan la aceleración de 0 a 100 km/h de uno y otro.

El equipamiento es casi tan espectacular como el precio -115.000 euros-, sin embargo te aseguro que conociendo las posibilidades de este GS F, se pagan a gusto.