Casi no varía por fuera, pues sólo son nuevas las ópticas traseras -ahora de LED-, pero el Alhambra mejora a todos los niveles, pues la gama al completo cumple ya Euro6 y el consumo, según versiones, baja hasta un 15 por ciento. En el caso de nuestro protagonista, con el progresivo 2.0 TDI 150, caja manual de seis marchas y tracción total 4Drive -equipa la quinta generación del eficaz embrague Haldex-, homologa un gasto de 5,6 l/100 km, brillante para un monovolumen de su talla. Y la buena noticia es que, en la práctica, también es austero, pues le hemos medido un promedio de 7,2 litros, de modo que los 70 litros del depósito dan mucho de sí en viajes largos.
Pero es una lástima que Seat no asocie también la tracción total -ideal para quienes frecuentan zonas de invierno crudo- al diésel más potente de la familia -2.0 TDI 184- o a la transmisión automática DSG. Aunque también es cierto que la combinación ofrecida da resultado sobre la carretera, pues el Alhambra TDI 150 4Drive se mueve con alegría, incluso a plena carga. En este sentido, recordar que podemos elegir entre las cinco plazas de serie y, pagando 831 euros, las siete opcionales.
Amplio y de gran calidad
El interior destaca por la amplitud, por un maletero que ronda los 900 litros con cinco plazas en uso -si viajamos siete, los 300 litros se quedarán justos para las maletas de un viaje- y por una calidad general estupenda. Además, estrena sistemas de infoentretenimiento avanzados -el navegador trabaja con más celeridad-, como parte de la mejora del equipamiento, pues también ofrece asientos con función de masaje, freno multicolisión, sensores de ángulo muerto, control de chasis adaptativo DCC o sistema de acceso y arranque sin llave.
En cuanto a acabados, puede elegirse entre Style -cuesta 40.320 euros-, Style Plus, Advance y Advance Plus.
