Siempre y cuando desembolses los 300.000 dólares que piden por esta joya del automovilísmo que se encuentra en el concesionario Ferrari-Maserati Qebec, en Montreal, Canadá. Al cambio actual vienen a ser unos 266.000 euros, una cifra elevada para uno de los modelos más comunes de la firma del «caballino rampante» (en España, en el año 1990 un Ferrari Testarossa costaba 29.019.000 pesetas, poco más de 174.000 euros), aunque puede que ningún otro Ferrari Testarossa se encuentre en el mismo estado de conservación que esta unidad en concreto, pues para comenzar, sólo ha circulado 172 millas, lo que son apenas 276 kilómetros.
Fabricado en 1990 de un total de 7.177 unidades
Semejante unidad salió de las instalaciones de Maranello en el año 1990, sólo un año antes de que cesara su producción, la cual se inició en el año 1984. Está pintada en el clásico color Rosso Ferrari y el interior se encuentra tapizado en cuero de color beige.
Al igual que el resto de los Ferrari Testarossa fabricados en Maranello, en su parte posterior se encuentra un imponente propulsor de doce cilindros en posición bóxer y cinco litros que genera una potencia de 390 CV. Combinado con una transmisión manual de cinco velocidades, este deportivo era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 290 km/h.