Parece ser que uno de los mayores espectáculos mediáticos del momento, que es seguido en los cinco continentes y que tiene más de 450 millones de telespectadores al año son parte de los argumentos puestos sobre la mesa por Renault para su regreso al Campeonato del Mundo de Fórmula 1 como constructor en al año 2016.
Eso y que según apuntan desde la firma del rombo, el trabajar desarrollando propulsores para otras escuderias en los que invierten gran cantidad de capital no supone una repercusión en cuanto a rentabilidad acorde. La verdad es que al final quien se lleva los honores suele ser el constructor y Renault no quiere que eso vuelva a suceder.
Desaparecer o crear Renault F1
Según apuntó el propio Carlos Ghosn, Renault tenía únicamente dos opciones dentro del «circo» de la Fórmula 1. Por un lado contemplaban la posibilidad de volver a convertirse en una escudería involucrada al 100 x 100 en este campeonato, siendo capaces de fabricar el vehículo íntegramente. Por otro lado estaba la de desaparecer de esta disciplina.
Finalmente el pasado 3 de diciembre se firmó un acuerdo para adquirir el equipo Lotus F1 Team, con el que Renault lleva trabajando quince años y con los que han conseguido ser Campeones del Mundo en los años 2005 y 2006.
Un palmarés de campeón
Y es que Renault tiene una larga experiencia en la Fórmula 1, y sobre todo, un palmarés envidiable. Renault ha estado presente de forma ininterrumpida desde hace 40 años y reinventó esta disciplina cuando en el año 1977 inventó el motor Turbo. Ha conseguido nada menos que 12 títulos de constructores, 11 títulos de pilotos y ha participado en más de 600 Grandes Premios, de los que ha salido victoriosa en 168 ocasiones.
Sin duda es una excelente noticia y en 2016 veremos a Renault en el lugar que se merece dentro de la Fórmula 1.