Infiniti sigue dando pasos para pelear entre las marcas premium. Y la renovación de su gama va por buen camino. Su popularidad aumentará con el recién presentado Q30, con el QX30 que se presenta oficialmente en el Salón de Ginebra; y con ellos aumentará ventas y cuota de mercado. Pero el carácter exclusivo de Infiniti no se va a perder y eso se sigue demostrando en modelos como el espectacular coupé Q60 que acaba de presentar en Detroit.
Está basado en el Q60 Concept que ya sorprendió el año pasado en el Cobo Hall de Detroit. Y ahora, casi sin cambios, llega la versión definitiva que está diseñada en Estados Unidos pero que se convertirá en modelo de prestigio en Europa. Y lo hará con las armas que han caracterizado a la marca japonesa históricamente: diseño, lujo, tecnología y deportividad.
Del primero de todos esos pilares se puede hablar horas, pero sin duda, el diseño es diferente, casi como de el de una escultura. Su gran parrilla, sus líneas laterales onduladas, su espectacular coeficiente aerodinámico de 0,28, sus neumáticos y sus llantas de 19 pulgadas (de 20 en opción) son señas de identidad de un exterior que llamará la atención.
Interior de lujo
En el interior también llama la atención la distinción y el cuidado por el detalle. Asientos de cuero con diseño casi de bacquet, fibra de carbono, molduras en aluminio dan el toque elegante y deportivo a un habitáculo para cuatro ocupantes. Estrena en el panel de instrumentos el nuevo sistema de control Intuition con una gran pantalla táctil. También se ha desarrollado específicamente para este Q60 un nuevo equipo de sonido con 13 altavoces creado por Bose.
La tecnologia se muestra en elementos como los dispositivos de seguridad y ayuda a la conducción que incorpora el nuevo coupé japonés. Aviso de cambio involuntario de carril, sensores de ángulo muerto, control de velocidad inteligente con control de distancia, sistema de frenada de emergencia con detección de peatones o cámara de 360 grados.
Tres motores de hasta 400 caballos
Y en cuanto a la deportividad, ahí tienen mucho que ver los motores de los que va a disponer. En Estados Unidos se anuncian tres propulsores, un 2.0 Turbo de cuatro cilindros de 211 caballos y 350 Nm de par máximo (consumo medio de 9,8 l/100 km y 154 g/km de CO2). Por encima habrá un 3.0 Twin Turbo V6 con dos niveles de potencia: 300 y 400 caballos. El primero de ellos ofrece 400 Nm de par, un consumo medio de 10,2 l/100 y unas emisiones de 154 g/km. El más potente ofrece un par máximo de 475 Nm entre 1.600 y 5.200 revoluciones, con un gasto medio de 10,7 l/100 km y 206 g/km de emisiones de CO2.
Todos los motores cuentan con una transmisión automática de siete velocidades y doble embrague y, como buen coupé clásico, envía la fuerza al suelo a través de las ruedas traseras. También contará con tracción total (no se especifica si en todas las versiones) que reparte el par 50:50 entre ambos ejes, pero es capaz de mandar el cien por cien al eje trasero. Y las versiones con el motor V6 Biturbo contarán con una nueva dirección de segunda generación y seis modos de conducción diferentes: standard, nieve, eco, Sport, Sport+ y un modelo personalizable.
Y cuenta con dos modos de suspensión, uno estándar y otro denominado Dynamic Digital que mejora la agilidad y el confort de marcha y que cuenta con amortiguadores ajustables electrónicamente y ofrece dos modos Sport y Sport+ que garantizan que esa deportividad que se aprecia en el diseño del coche se transmita a la carretera.