Reconocido por todos como el coche más laureado de la historia en el Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA, el Polo R WRC se ha puesto al día de cara a la próxima temporada. A pesar de que no ha sufrido cambios importantes, las pocas mejoras implementadas tienen el claro objetivo de revalidar el título de campeón del mundo.
Detalles que marcarán la diferencia
Uno de los primeros aspectos que ha querido mejorar Volkswagen en su coche ha sido su parte delantera. Con un aspecto mucho más llamativo, cuenta ahora con 320 caballos de potencia y una tracción total mejorada. Bajo el capó, la segunda generación del Polo R WRC es ahora más fiable gracias a dos cambios que optimizarán el coche. Un primer cambio, en el que se ha mejorado la estabilidad del chasis al fortalecer los brazos transversales del eje trasero (para mejorar en los rallys de tierra) y el subchasis delantero. Y un segundo cambio en el que se han visto involucrados los pistones del motor, que ahora permiten garantizar una mayor fiabilidad en altas revoluciones.
Los cambios en el diseño exterior son apenas perceptibles por el ojo ajeno a la competición. Su cambio más llamativo se ha producido en el morro del coche, en el que vemos como las tomas de aire han sido modificadas para optimizar el flujo de refrigeración del motor. Estéticamente cuenta ahora con rayas blancas que se combinan con el azul brillante del resto de la carrocería.
Con estas mejoras, el equipo Volkswagen espera revalidar título. Para ello sus pilotos oficiales siguen siendo los mismos, teniendo a su disposición a Sebastian Ogier y Julien Ingrassia (FRA/FRA), así como Jari-Matti Latvala con Mikka Anttila (FIN/FIN) y Andreas Mikkelsen con Anders Jæger (N/N).