El desaparecido Polo GTI era un auténtico deportivo. Con sus 180 CV y su cambio DSG7 necesitaba 6,9 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y cubría el primer kilómetro en 27,5 segundos. Por si no era suficiente, ofrecieron el Polo R WRC con un 2.0 TSI de 220 CV. Este necesitó 6,4 segundos para la misma aceleración y recuperó de 80 a 120 km/h en cuarta velocidad en 4,1 segundos. Ahora bien, costaba 34.860 euros y sólo fabricaron 2.500 ejemplares en la planta de Landaben en Navarra, de donde también sale este nuevo Polo GTI.
Con la renovación de la gama Polo se estrena un nuevo 1.8 TSI dotado de inyección directa e indirecta, turbo, intercooler… Y que podemos pedir con caja manual o DSG7 -1.590 euros extra-. En este último caso, el par máximo se reduce de 32,6 a 25,5 mkg para proteger el cambio del potencial de este propulsor.
Potencia en todo momento
Precisamente potencia transmite desde las 1.000 rpm, algo que se agradece al permitirnos circular en sexta a sólo 50 km/h con total naturalidad, y nos ayuda a contener el consumo, para nada elevado si tenemos en cuenta su nivel de prestaciones.
Y es que este Polo tiene la obligación de mantener viva una denominación histórica con 39 años de vida.
Para ello realza su deportividad con detalles específicos, aunque la discreción se apodera de él y lo más llamativo, su tapizado, queda oculto al sentarnos en sus asientos, que nos sujetan perfectamente en cada curva, algo que te encantará hacer con este Polo GTI, que incita a la diversión.
Dos modos de conducción
De serie ofrece el Sport Select con dos modos de uso: Confort y Sport. En el primero parece un Polo del montón, pero en Sport saca sus garras, y suspensión y dirección se endurecen para ofrecer la cara más deportiva de este Polo.
El motor empuja de maravilla y corre más que de sobra. Si no, compáralo con el anterior Polo GTI y el Polo R WRC. Y si no es suficiente, mira a sus rivales directos, que presumen de tener más potencia que él con menos cilindrada.
Su aplomo también es envidiable, sin llegar a ser tan seco como sus competidores, y su dirección es muy rápida y directa. También el diferencial XDS+ funciona a las mil maravillas, pero su ESP siempre queda latente.
Cuesta igual que la competencia, algo inusual en un Volkswagen, que además brilla con la posibilidad de pedirlo con cinco puertas -por 580 euros- y cuando de serie equipa faros Full LED, navegador, climatizador… Pero es una pena su pequeño maletero, a donde se traslada la batería, ya que el 1.8 TSI se ha metido con calzador.