Carreteras de hielo y un metro de nieve a los lados, temperaturas en torno a 20 grados bajo cero y un paisaje blanco hasta donde alcanza la vista. El norte de Suecia no es un escenario acogedor, pero es esa precisamente la razón de que muchos fabricantes instalen ahí sus 'cuarteles de invierno' para desarrollar futuros modelos en condiciones de frío extremo. Volkswagen también, y aprovechando su infraestructura en Laponia, a tiro de piedra del Círculo Polar Ártico, hemos tenido oportunidad de conducir por vez primera el nuevo Tiguan, segunda generación de un modelo del que se han vendido más de 2,6 millones de unidades desde 2007.
A España llega en mayo, aunque ya se pueden realizar pedidos -los precios van de 29.560 a 42.200 euros- de las primeras siete versiones, que combinan dos motores -diésel 2.0 TDI de 150 CV y 2.0 TSI de gasolina con 180 CV-, dos tipos de cambio -manual de seis marchas y automático DSG7-, dos tipos de tracción -delantera y total- y tres acabados: Edition, Advance y Sport.
Después llegan más motores
Una oferta aún limitada, pero crecerá después con otros cinco motores: en diésel, los 2.0 TDI de 115, 190 y 240 CV, y en gasolina, 1.4 TSI de 125 y 150 CV. En cambio, no está previsto para nuestro país el 2.0 TSI de 220 CV, y el 2.0 TDI 115 y las dos mecánicas 1.4 TSI no podrán asociarse a la tracción total. Una lástima, porque el nuevo sistema 4Motion Drive Control nos ha encantado, y con la rebaja de peso llevada a cabo en el modelo alemán -58 kilos de media- seguro que un Tiguan -poco potente- se movería bien incluso con tracción a las cuatro ruedas.
Los protagonistas de esta primera toma de contacto han sido versiones que el cliente español ya puede pedir: 2.0 TDI 150 y 2.0 TSI 180, ambas con caja DSG7 de doble embrague y tracción 4Motion. Y en este último sistema centramos nuestro test, para el que contamos con un aliado estimable: los neumáticos de invierno ContiVikingContact, que agarran incluso en suelos donde es difícil andar.
Si el primer Tiguan equipaba la tracción integral con embrague multidisco montado en el eje trasero -estrenada en 1998 por el Golf IV-, ahora se recurre al nuevo 4Motion Active Control, que reparte el par entre las cuatro ruedas con mayor precisión que nunca. Y con más rapidez, pues ni siquiera hace falta que se produzca deslizamiento en una rueda para reenviar tracción a las otras.
De tracción delantera a casi 100% trasera
En condiciones normales la tracción es delantera, pero si disminuye la adherencia va pasando fuerza al tren trasero, llegando a alcanzar casi el cien por cien en ese eje. Además, también se distribuye entre las ruedas, de forma que en momentos puntuales sería posible transmitir todo el par a través de una sola rueda.
Y en esa tarea recibe la ayuda del EDS -el bloqueo electrónico del diferencial integrado en el estabilizador ESC- y del XDS+ -función presente en ambos ejes-, ocupándose este último, por ejemplo, de frenar las ruedas que van por el interior de las curvas rápidas para optimizar la respuesta de la dirección, aumentar la agilidad y mejorar la tracción. Traducido a sensaciones, el Tiguan va por donde le ordenamos incluso en hielo, sin que el conductor aprecie nada raro, pues los repartos de par y el frenado de las ruedas se produce con absoluta discreción. Todo es suavidad, todo es eficacia.
Con cuatro programas de conducción
Además, el 4Motion Active Control incluye un mando giratorio que permite elegir entre cuatro programas de conducción, y cuyo botón 'mode' da acceso a varios submenús. Lo habitual será llevarlo en Onroad -el símbolo muestra una carretera-, y si pulsamos el botón central accederemos a los perfiles Normal, Sport, Eco e Individual, a los que se añade el estilo Confort si el coche equipa amortiguación dinámica DCC. En función de nuestra elección, así será la respuesta de dirección, motor, cambio DSG o alumbrado dinámico en curva. Y hemos de reconocer que viajamos muchos kilómetros por Suecia en programa Onroad y perfil Sport sin que apreciásemos falta de seguridad sobre firme resbaladizo.
Pero lo correcto, y así lo hicimos después, es girar más la rueda a la derecha para acceder a Snow, programa específico para nieve donde el tacto del acelerador es más 'plano' -para evitar que demos demasiado 'gas'-, la caja DSG sube de marcha a un régimen más bajo y se reajusta el ASR, cuyo funcionamiento depende incluso de si aceleramos en recta o en curva, pues en el segundo caso reduce apreciablemente la respuesta del motor. Es decir, que el modo Snow da prioridad en recta a la tracción y en curva a la trayectoria. De hecho, usamos un circuito -nevado, como todo allí- para llevar al límite el sistema y sorprende la capacidad de corregir errores de la nueva tracción total, que llega a dejar el motor casi inerte en curvas muy cerradas para evitar pérdidas de motricidad.
Rotando la rueda hacia la derecha pasamos al programa Offroad, ideado para practicar todoterreno -los Tiguan 4Motion tienen 20 centímetros de altura al suelo, por los 18,9 de las versiones de tracción delantera-, pues también personaliza el tacto de los pedales, retrasa los cambios de la caja DSG para alcanzar mayor régimen, activa automáticamente el Hill Start Assist -ayuda a reemprender la marcha cuesta arriba- y el Hill Descent -bajando pendientes superiores al 10% permite acelerar o frenar para movernos entre 2 y 30 km/h-, y ajusta el funcionamiento de ABS, EDS y ESC para circular mejor sobre terreno suelto: en las frenadas, por ejemplo, permite acumular piedras o arena delante de los neumáticos para acortar la distancia de parada.
No obstante, el conductor puede personalizar su funcionamiento llevando la rueda a Offroad-Individual, que permite desconectar el Hill Descent y el Hill Start Assist, y admite distintos perfiles para la respuesta de motor, cambio, dirección…
De nuestro primer contacto sacamos otras conclusiones, como la mejora de la postura de conducción -el volante ya no queda alto-, la excelente calidad general, el gran confort de marcha y el incremento de la amplitud, pues el Tiguan ha crecido 60 milímetros y eso se nota en el habitáculo ?es el más versátil del segmento? y en el maletero, de 615 litros.
Paquetes R-Line. El nuevo Tiguan, en traje de deporte
Disponible con los acabados Edition, Advance y Sport, el Tiguan podrá adaptarse también a los gustos más dinámicos con los paquetes R-Line, que incluyen las llantas Sebring de 19 pulgadas -o las Suzuka de 20 en opción- y extienden el color de la carrocería a todas las áreas de la carrocería, excepto los pasos de rueda. Y eso incluye a las exclusivas estriberas ensanchadas.
El paragolpes delantero es específico, con aplicaciones aerodinámicas en negro brillante, y la zaga se remata con un difusor de ese mismo tono. El paquete R-Line interior tiene detalles como los asientos de diseño R-Line -en tela y microfibra-, listones de acceso de las puertas de aluminio con el emblema R-Line, costuras decorativas en -gris cristal-, cubrepedales y reposapiés de acero fino, techo interior en negro y volante de cuero multifunción R-Line.