La proliferación de los sistemas de estacionamiento asistido en los coches de nueva matriculación ha llevado a la Dirección General de Tráfico a desarrollar una instrucción que los define y regula su uso. Una instrucción que abre la puerta a la desaparición de la maniobra de estacionamiento para obtener el carné, tal y como se realiza ahora en las pruebas de obtención del carné.
Llegado el día, la modificación debería contar con el beneplácito de Bruselas, y se limitaría a permisos restringidos para conducir en exclusiva vehículos dotados de sistema de estacionamiento asistido. Algo similar a lo que ocurre desde hace años con el cambio automático.
Innovaciones por la seguridad
Además, al igual que otras tecnologías que facilitan y hacen más segura la conducción, se contempla que se puedan incorporar en el Registro de Vehículos de la DGT para que esa información sirva tanto para conocer su implantación en el parque español como para valorar su impacto en la reducción de la siniestralidad.
Dejando claro que el conductor es siempre el responsable de su vehículo, con independencia de los sistemas de ayuda con que cuente, la instrucción publicada por la DGT define el sistema de estacionamiento asistido, que actúa sobre la dirección, frenos y aceleración para realizar la maniobra sin la intervención del conductor.
También especifica que puede emplearse en vías abiertas al tráfico siempre que se cumplan las condiciones de seguridad establecidas en la normativa del mecanismo de dirección de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE) y se mantenga la distancia mínima de 15 metros entre la sección de inicio y final de la maniobra.
Especificando que, cuando el control se realice desde fuera del habitáculo, la maniobra se realizará a un máximo de 5km/h con el conductor a menos de cuatro metros del vehículo y manteniendo libertad de movimientos, campo de visión y atención.