El sucesor del Z4 se encuentra en plena fase de desarrollo, como demuestran estas imágenes captadas sobre un lago helado en Suecia. El nuevo roadster alemán será un vehículo apasionante que unirá esfuerzos de dos gigantes en su puesta a punto, ya que tanto BMW como Toyota se han involucrado en este proyecto.
En la marca alemana el Z5 tendrá dos variantes, una con techo de lona que podría llegar a finales de 2017 al mercado y otra con formato coupé que se lanzaría meses más tarde. Toyota, sin embargo, sólo apostará por la versión cerrada que podría traducirse en el nuevo Supra, aunque hay rumores de que esta plataforma también podría ser utilizada para el futuro GT86.
Techo de lona, más genuino y ligero
BMW regresa a la tradición más genuina de un roadster: un largo morro, propulsión trasera (seguramente también incorpore variantes xDrive con tracción total), un perfecto reparto de pesos y un techo de lona eléctrico, elemento que está mejor considerado que uno rígido escamoteable entre los amantes de este tipo de vehículos. Además, de esta manera se consigue rebajar considerablemente el peso y el centro de gravedad, aspectos vitales en un deportivo de estas características. En el ahorro de peso también tendrá mucho que decir su nueva y avanzada plataforma, que empleará elementos más ligeros en su construcción.
En las fotografías, y pese a su camuflaje, nos atrevemos a adelantar que el nuevo Z5 será más grande que su antecesor, pero que nadie se ponga nervioso porque la puesta a punto del conjunto seguirá siendo fiel a los patrones deportivos de BMW. Todavía es pronto para confirmar la gama de motorizaciones que llevará este vehículo, aunque con total seguridad apostará por bloques de cuatro y seis cilindros en línea turboalimentados. Y no hay que descartar retos mayores si aparece en juego la mágica letra M, variante que podría superar con creces los 400 caballos de potencia.