Desde 1971 Mercedes no contaba con un cabrio de cuatro plazas de este calibre a nivel de lujo. Y el regreso no ha podido ser más espectacular. Como es lógico el Cabrio comparte cerca de un 60 por ciento de sus componentes con la Clase S Coupé, pero modifica la sección trasera para ?guardar? la capota de lona de tres capas.
Esta se abre o cierra de manera eléctrica en 20 segundos, y se puede hacer en marcha hasta los 60 km/h. De esta manera podemos disfrutar del viento en una especie de salón rodante en el que no falta detalle, como una climatización con regulación inteligente. Si la brisa molesta al aumentar la velocidad basta con activar el AIRCAP, compuesto por un deflector en el parabrisas y un paravientos detrás de las dos plazas traseras, ambos eléctricos, y elevar las cuatro ventanillas para aislarnos casi completamente. Con el techo montado nos sorprendió la excelente insonorización del interior.
Dos variantes de gasolina
Bajo el capó la Clase S Cabrio llega a España con dos variantes, ambas de gasolina con potentes bloques V8 biturbo. El S500 arroja 455 CV y se asocia a una caja de cambios automática de nueve relaciones 9G-Tronic con convertidor de par. A diferencia del Coupé, en esta ocasión recurre exclusivamente a la propulsión trasera.
Para los que quieran más, la variante S 63 AMG aumenta la potencia hasta 585 CV y el cambio es de doble embrague con siete relaciones, además de incorporar la tracción total 4Matic. La suspensión neumática Airmatic es elemento de serie en ambos. En nuestra toma de contacto nos conquistó la dinámica, las prestaciones y el 'sonido' del S 63 AMG, pero la enorme diferencia de precio justifica más la elección del S500, ya que el rendimiento también es espectacular, aunque cede terreno en el aspecto dinámico. En ambos modelos, ya a la venta, el equipamiento tecnológico es demoledor.
Mercedes SLC, mucho más que un simple cambio de nombre
Este roadster de techo duro retráctil celebra su 20 aniversario con una nueva denominación, que acerca posturas en cuanto a su parentesco con la Clase C. También aprovecha la ocasión para actualizarse a nivel estético por fuera y en el habitáculo, y se rodea de una tecnología mucho más completa en aspectos como la seguridad, el confort o la conectividad. El techo se puede abrir o cerrar en apenas 20 segundos de manera eléctrica. La novedad es que se puede realizar en marcha hasta los 40 km/h, siempre que el proceso se inicie a menos de 5 km/h. Se mantiene el sistema MAGIC SKY CONTROL, que cambia el grado de transparencia del cristal.
Tres son las opciones mecánicas que incorpora la gama española, todas ellas turboalimentadas. El más vendido será el diésel de 204 CV y el más deseado el AMG 43 biturbo de 367 CV, que puede incorporar un diferencial autoblocante mecánico. El cambio 9G-Tronic es de serie, salvo en la versión SLC 200 (2.848 euros en opción).