Hablamos de un coche mucho más moderno, presentado en India en 2015 (Suzuki lo fabrica allí, donde es líder del mercado) y que ahora llega a nuestro país con precios a partir de 14.655 euros, aunque los 2.000 euros de rebaja aplicados como campaña promocional más los 1.000 de descuento aplicados si financiamos la compra y otros 750 euros que baja la factura si nos acogemos al Plan Pive dejan la cifra de salida en 10.905 euros. Realmente asequible si consideramos que el Baleno es un utilitario de cinco puertas muy práctico. Y encima, con una garantía de 5 años o 100.000 kilómetros.
Para empezar, su nueva plataforma permite aligerar mucho la carrocería al tiempo que se gana rigidez, pues el Baleno pesa unos 100 kilos menos que el Swift y es un 10 por ciento más resistente a la torsión. Además, los ingenieros han optimizado la proporción de los voladizos y de la distancia entre ejes (se acorta la longitud desde el frontal hasta los pedales), así como la distribución de asientos, de modo que el habitáculo es bastante amplio, sobre todo en lo referente a hueco para las piernas en la segunda fila: 74,5 centímetros con un conductor de 1,75 al volante.
Un interior muy capaz
La anchura interior es correcta (136 centímetros delante y 124 detrás), pero no mayor que la de un Opel Corsa, un Renault Clio o un Seat Ibiza, mientras que la altura al techo es generosa delante (98 centímetros) y no tanto detrás (89,5 centímetros), donde los pasajeros de talla nórdica rozarán con su cabeza. No obstante, en cuestión de maletero el Baleno sí toma ventaja frente a sus rivales gracias a sus 320 litros de capacidad para equipaje, y 355 sumando el espacio existente bajo el suelo. Si abatimos el respaldo posterior, dividido en secciones asimétricas, alcanzamos un volumen máximo de 1.085 litros, y como únicas críticas diremos que el borde de carga queda alto y no hay rueda de repuesto, sino un kit reparapinchazos.
Si de espacio el Baleno anda bien, también nos gusta el coche japonés por calidad y diseño, pues todo está en su sitio y no se perciben fallos de acabado. Puede que los materiales no sean de primera, pero todo parece robusto y bien ajustado, y no se perciben ?grillitos? al circular por malas carreteras. Además, el salpicadero es vistoso, y aunque el equipamiento final depende de la variante elegida (va desde el nivel básico GL al lujoso GLX, pasando por el GLE), llama la atención un cuadro de instrumentos muy moderno y configurable, o la consola presidida por una pantalla táctil multifunción similar a la usada en el nuevo Vitara. Y la tecnología se extiende al capítulo de la seguridad, donde el Baleno ofrece el Radar Brake Support, que detecta riesgos de colisión con el vehículo que nos precede y actúa en consonancia: avisa al conductor, y si éste no reacciona, primero aplica el freno de forma suave para aumentar la señal de alerta, llegando a frenar automáticamente con la máxima potencia para evitar la colisión o reducir sus consecuencias.
Solo con motores de gasolina
En el apartado mecánico, la gama se articula en torno a dos motores de gasolina: el 1.2 Dualjet de cuatro cilindros y 90 CV de potencia, y el nuevo 1.0 BoosterJet de tres cilindros y 111 CV (tiene turbo e inyección directa), que nos ha convencido plenamente, pues suena bien darse cuenta de su condición tricilíndrica) y empuja con bastante progresividad, aunque su mejor respuesta llega desde 2.100 hasta 5.900 vueltas. Más allá, imposible insistir, pues el corte de inyección se produce a 6.000 rpm, antes incluso del inicio de la zona roja del cuentavueltas. En el caso del 1.0 podremos elegir entre el cambio manual de cinco marchas (acabados GLE y GLX) y el automático (con levas en el volante) de seis, aquí solo con el nivel GLX. Su rendimiento está a buen nivel, pues acelera de 0 a 100 km/h en 11,4 segundos (11,0 el automático) y gasta, de media, 4,5 l/100 km (4,9 con la caja automática).
En lo que se refiere al 1.2, el cliente puede elegir entre el acabado GL (desde 10.905 euros si nos acogemos al Pive) y el GLX, que apareja una ?sorpresa? técnica: un sistema híbrido denominado SHVS que usa un generador integrado (el ISG) para ayudar al motor durante la aceleración, producir electricidad a través del freno regenerativo y encargarse del arranque tras el apagado del motor ordenado por la función de ahorro ?Start/Stop?. Utiliza una compacta batería de iones de litio ubicada bajo los asientos delanteros para acumular la energía, y aunque no es capaz de mover el coche de manera cien por cien eléctrica, ayuda a bajar el gasto en ciudad desde los 5,3 l/100 km del Baleno 1.2 GL a los 4,7 l/100 km de esta versión 1.2 GLX ISG, homologada como vehículo híbrido. De hecho, el consumo medio pasa de los 4,2 litros con el motor 1.2 ?normal? a los 4 exactos (emisiones de sólo 94 g/km de CO2) cuando equipa el citado SHVS con ISG.
Cómodo y seguro
Decir, por último, que el nuevo Baleno ofrece un buen compromiso entre confort y seguridad, pues cumple a la perfección como utilitario ideado para la ciudad y los desplazamientos por carretera a ritmos turísticos, pues su ligereza permite sacar buen provecho de la potencia del motor, especialmente con el 1.0 turboalimentado bajo el capó. Desde un punto de vista más ?dinámico? podríamos señalar que el tacto de la dirección no es óptimo, o que sólo el acabado GLX apareja discos de freno en las cuatro ruedas (ventilados delante), mientras que los acabados inferiores se conforman con tambores traseros. Pero no hay problema en el capítulo de la seguridad, pues todos los Baleno incluyen de serie ABS con asistencia de frenada, control de estabilidad ESP, control de presión de neumáticos, ocho airbag (los frontales y laterales delanteros, más los de cortina para ambas filas) o anclajes Isofix para dos sillitas en las plazas traseras.
En resumen, una nueva e interesante alternativa en el segmento de los utilitarios para quien prime la racionalidad, la economía y la amplitud, y busque un producto exclusivo, tanto por su procedencia como por unos equipamientos (aquí nos referimos al acabado GLX) poco frecuentes en su clase.