El Rodius es el modelo de mayor éxito en la historia de SsangYong. El fabricante coreano dio en el clavo con este gran monovolumen que ellos definen como 7+7 (7 pasajeros y 7 maletas). Y ahora, con el XLV tratan de repetir la fórmula un escalón de tamaño más abajo.
El nuevo XLV -siglas que corresponden a Xciting Lifestyle Vehicle (vehículo para un estilo de vida excitante)- se convierte, de esta manera, en un 5+5. Porque es capaz de ofrecer espacio para cinco ocupantes y cinco maletas en su enorme maletero de 720 litros de capacidad (utilizando el hueco de la rueda de repuesto, pues se ofrece con un kit reparapinchazos). Si contamos con rueda de repusta, el espacio se reduce a 547 litros, que tampoco está nada mal.
Un gasolina y un diésel
Esa capacidad de monovolumen se complementa con una línea exterior que se mira en las formas de los SUV, con un diseño musculoso y cuadrado que seguro que tendrá sus adeptos entre los que sufren la fiebre todocamino. El interior acoge a cinco ocupantes con facilidad y atrás, tres adultos viajarán cómodos, pues el túnel central es casi imperceptible.
La gama del XLV está compuesta por un motor de gasolina y uno diésel, que pueden combinarse con cambio manual o automático de seis marchas (este solo con el diésel). En gasolina hablamos de un 1.6 con 128 caballos de potencia que ofrece un consumo medio de 6,8 l/100 km. En diésel, un 1.8 con start & stop por primera vez en la marca, que con sus 115 caballos homologa unas emisiones de 117 g/km de CO2.
El XLV está realizado sobre la base del Tívoli, utilizando la misma plataforma de la que aún saldrá un tercer modelo en los próximos meses. Su relación precio-equipamiento es uno de sus detalles diferenciadores, pues ofrece de serie 6 airbag, sistema de alerta de cinturones, ESP, climatizador bizona con memoria, asientos calefactables, cámara trasera, asistente de aparcamiento o pantalla de 8 pulgadas en las versiones Premium y Limited.
A partir de 16.650 euros
Y todo ello, por un precio que parte, en la versión básica Line de los 16.650 euros (a los que se podría descontar el Plan PIVE. En el acabado Premium, el gasolina manual cuesta 18.500 euros y en diésel, el de cambio manual cuesta 20.000 euros y 22.000 el automático. Por último, el acabado Limited, que solo se ofrece con motor diésel y cuyos precios son 22.000 euros la versión de cambio manual y 24.000 la de cambio automático.
Durante la presentación pudimos probar la variante diésel de cambio manual. Un modelo aparente, aunque en el interior se aprecia una calidad de materiales y acabados mejorable. Pero el aspecto general es de buena apariencia.
En marcha es suave y poco ruidoso, el cambio no es excesivamente preciso y en cuanto a la dirección parece demasiado ligera, lo que se agradece en parado, pero en marcha nos gusta más un poco más de firmeza. Las suspensiones apuestan por la comodidad más que por la firmeza. Pero el coche, en general se comporta bien, es noble y se adaptará bien a un tranquilo uso familiar. Porque para pedirle más necesitaría más potencia que esos 115 caballos.