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Regalo para el campeonato, estafa para los aficionados

Y lo fue porque, para empezar, la gran victoria de Lewis Hamilton le deja a cuatro puntos de Nico Rosberg con media temporada por delante. Segundo, porque confirma una vez más el impresionante talento del británico en todo tipo de condiciones. De vez en cuando Hamilton tiene ese día en el que se le cruzan los cables. Pero también otros muchos  donde se crece ante las grandes ocasiones. Su entrega al público tras la victoria demuestra que este pasado domingo era una de ellas.

Aunque como otros también sufrió un susto en la primera curva, logró solventar la papeleta mejor que sus rivales. Estuvo imperial en condiciones de  agua. Logró su  tercer triunfo consecutivo en esta pista, y lleva camino de convertirse en leyenda del automovilismo británico y de la Fórmula 1. Ha conseguido equilibrar la balanza que comenzó tan descompensada hacia Rosberg a comienzos de campeonato. Si la fiabilidad no le condiciona como en las primeras carreras, el alemán parece hoy cada vez más impotente ante la fortaleza mental y la confianza que ahora exhibe Hamilton.

Asombroso Verstappen

Max Verstappen volvió a asombrar una vez más. Su actuación de Silverstone puede considerarse incluso superior a la victoria del Gran Premio de España. Superó a Daniel Ricciardo en los entrenamientos, lo que levantó ampollas al australiano, y en una pista de piloto como Silverstone. Rodó magistralmente en condiciones de agua al comienzo de la prueba, dejando a enorme distancia a su compañero de equipo. Superó a Rosberg, y le sometió a presión hasta el final. Lleva tres podios en seis carreras con Red Bull. Con solo dieciocho años, sigue asombrando.

Quién sabe, puede que el holandés incluso supere en la clasificación general a Sebastian Vettel tras el próximo Gran Premio de Hungría. Solo once puntos separan al número uno de Ferrari del holandés, que comenzó la temporada con Toro Rosso. Para el equipo italiano, la prueba británico fue un sonoro fracaso, uno de los más dolorosos y contundentes de la temporada por la falta de ritmo del SF-16. ?Nos faltaba carga aerodinámica aquí?, reconocía Vettel, ?aquí era lo que había?, asumía un resignado Raikkonen. El equipo que iba a plantar cara a Mercedes en 2016 fue mera comparsa en la pista británico y, más que atacar al equipo alemán, tendrá más que vigilar y defenderse de Red Bull a partir de ahora.

Sensación agridulce para los españoles

La carrera británica comenzó de forma prometedora para los pilotos españoles, pero terminó con sensación agridulce Tanto Alonso como Sainz lograron entrar en el Q3 de forma magnífica el sábado. ?Hemos estado en todas las sesiones entre los diez primeros, ¿por qué no en la carrera??, anticipaba Alonso. Y así fue para ambos, hasta esa misma curva traicionera y húmeda que dio al traste la oportunidad con la posibilidad de lograr mejores resultados.

Para Sainz, un sexto o un quinto puesto tras un magnífico comienzo de carrera sobre agua, penalizado el Toro Rosso sobre seco en la parte final. Pero el tiempo perdido en la cabriola le dejó paso libre a Raikkonen y Hulkenberg y ya no pudo recuperarse. El octavo final de Sainz, sin embargo, responde a la posición del monoplaza italiano en la parrilla, y que Toro Rosso siga cosechando puntos carrera a carrera es un éxito para el equipo italiano. Pero dejó sabor a algo mejor

 En el caso de Alonso, la mayor competitividad del MP4-31 en Silverstone le permitió luchar como nunca desde que llegó al equipo británico. Sufriendo también en términos de potencia en la pista seca, ?era muy difícil adelantar coches con la potencia que tenemos ahora, así que había que buscar las oportunidades en sitios como la curva 1 o 2?. Y arriesgando fue cuando llegó un espectacular trompo que el español salvó milagrosamente pero que frustró su clasificación en los puntos. Sin embargo, que McLaren y a Alonso  pudieran luchar con Toro Rosso o Williams  este fin de semana ha sido la mejor prueba de la progresión de McLaren, cuya vista ya está puesta en 2017

Y el borrón del escriba. En esta ocasión, el de Charlie Whiting, director de carrera, y la FIA, que escamotearon lo que hubiera sido una espectacular salida sobre lluvia con cinco vueltas tras el coche de seguridad. Una verdadera estafa para los aficionados. Luego, que vengan haciendo encuestas?