A la actual generación del BMW Serie 5, conocida como F10, le queda poco tiempo de vida, pues la firma bávara lleva trabajando en su sucesor bastante tiempo y no sería de extrañar que la conozcamos a finales de este mismo año. Mientras eso ocurre, comienzan a fabricar ediciones especiales que preparan su despedida, como este deportivo BMW M5 Competition, de los que sólo van a crear 200 piezas para todo el mundo.
Nuevos componentes de carbono
Toma como punto de partida un BMW M5 «convencional» por llamarlo de alguna manera, pero en su exterior encontramos el singular tono Azul Macao que predomina en su carrocería (habrá más alternativas), la cual se complementa con infinidad de nuevos detalles fabricados en fibra de carbono, como son las carcasas de los espejos retrovisores, el difusor posterior o el nuevo alerón trasero. Por si todo esto fuera poco, la parrilla adquiere un llamativo tono negro brillante, mientras que se apuesta por unas llantas Jet Black de 20 pulgadas, que se calzan con gomas 265/35 delante y 295/30 detrás.
Tras este juego de neumáticos aparece un poderoso equipo de frenos con las inconfundibles pinzas de freno de BMW M.
1 de 200
Si nos trasladamos al espacioso habitáculo de estos BMW M5 Competition, vemos unos deportivos asientos que se han tapizado en cuero Merino de color negro y en los que contrastan los pespuntes en color blanco Opal. El detalle personal lo ponen las nuevas molduras de fibra de carbono y el emblema «1 de 200» que se graba en ellas.
Pero estos BMW M5 Competition son mucho más que nuevas piezas de carbono. Y es que su propulsor 4.4 V8 TwinPower Turbo ha sido mejorado siguiendo los pasos de los BMW M6 Competition, de forma que su potencia pasa de 560 a 600 CV, mientras eroga un par máximo de 700 Nm. Semejante potencial pasa a sus neumáticos traseros mediante la conocida transmisión automática de doble embrague y 7 velocidades, y ahora esta deportiva berlina es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 3,9 segundos (4,3 segundos necesitan las versiones de 560 CV), mientras que su velocidad máxima escala hasta los 305 km/h.
Su chasis también recibe una puesta a punto específica, de forma que se han instalado amortiguadores y muelles más rígidos, estabilizadoras más gruesas y también apuesta por el diferencial trasero de control electrónico, que ayuda a mejorar el comportamiento dinámico de estos exclusivos BMW M5 Competition.