El Salón de París 2016 ha sido el lugar escogido para la presentación del Renault Trezor Concept. Este vanguardista y atractivo prototipo nos adelanta el futuro de la marca con unos rasgos muy definidos que, en un futuro no muy lejano, acabaremos viendo en la gama de vehículos Renault.
Un exterior que evoca diseños pasados
El nuevo Trezor de Renault luce un diseño con «líneas sencillas, sensuales y cálidas» según lo ha definido la propia marca. Con una parte delantera delantera identitaria y una firma luminosa en forma de «C», el nuevo diseño de este coupé eléctrico biplaza continúa la renovación estética que la propia firma inició en 2012 con el Renault DeZir.
Las lunas rojas de Trezor y su novedosa carrocería de carbono con superficies en contraste llaman la atención. Dicha carrocería, lisa y satinada en la parte delantera, simboliza el carácter dinámico del vehículo. En la parte trasera, la carrocería se compone de pequeños hexágonos que intentan marcar su carácter deportivo. Para su cuerpo, la marca utiliza un color metálico denominado Z32 que junto a su silueta, nos hace ver detalles clásicos de los GT de Renault.
En el capó, la entrada de aire en forma de nido de abeja utiliza también la estructura hexagonal de la parte trasera de la carrocería. Estas formas garantizan una toma de aire de geometría variable cuyo movimiento otorga un estilo vivo al Trezor y da la sensación de que el vehículo «respira».
En el laterla, la tapa de gasolina se ha sustituido por un indicador analógico que muestra el nivel de carga del vehículo. En la parte trasera, este concept cuenta con una firma luminosa claramente moderna con fibras ópticas que incorporan una luz láser de color rojo. Este ensamblado de fibras con efecto de «cordaje» crea el escenario de la luz. Cuando el vehículo frena, se genera un efecto visual y la luz cobra vida gracias a la torsión y a la superposición de las fibras ópticas.
Un diseño interior clásico pero muy tecnológico
El interior de este biplaza está creado con un estilo sensual y cálido gracias al predominío del color rojo y a la utilización de materiales tan nobles como la madera y el cuero. El cockpit auna artesanía y tecnología con un cuadro de instrumentos totalmente digital que va incrustado desde el asiento del piloto hasta la parte central del salpicadero.
Para entrar a su habitáculo, hay que atravesar los flancos de su carrocería ya que este concept no cuenta con puertas al uso, sino que toda su estructura superior se levanta y se mueve hacia delante. Los reposacabezas retroceden automáticamente a la hora de acceder facilitando el acceso a bordo. Esta forma de subirse es un guiño vintage a los vehículos de carreras clásicos.
Lo más llamativo de este concept es su salpicadero de madera rojo, que incorpora los compartimientos para el equipaje situándolos en la parte delantera del vehículo. Las maletas están hechas a medida y están sujetas con correas de cuero. La forma redondeada de los asientos se inspira en el universo del mueble para ofrecer un espacio acogedor y confortable. Revestidos de una piel lisa de un color rojo profundo, sugieren la pasión y el refinamiento de la marroquinería.
Del salpicadero destaca el interior tecnológico y claramente moderno, con una gran pantalla táctil. El volante, de forma rectangular, despeja el campo de visión y recuerda al universo de la Fórmula 1. Consta de tres pantallas: la pantalla central donde aparece el logo y dos pantallas táctiles en cada lado que sustituyen a los mandos tradicionales.
Una mecánica traída directamente de la competición
El motor de este deportivo biplaza es un derivado del que equipa la escudería Renault e.dams, doble campeona del mundo de la Fórmula E. Con una potencia de 350 CV (260 kW) y un par de 380 Nm, permite pasar de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos. El Trezor cuenta con un sistema de recuperación de energía al frenar gracias a la tecnología RESS (Rechargeable Energy Storage System) desarrollada para la Fórmula E.
Gracias a la disposición de las baterías, una en la parte delantera y otra en la parte trasera, el reparto de masa es óptimo. Su sistema de propulsión permite una mejor transmisión de la potencia al suelo.
Las proporciones de Trezor contribuyen al placer de la conducción gracias a unas vías anchas (2048 mm en la parte delantera y 2106 mm en la trasera) y la distancia entre ejes de 2776 mm favoreciendo la estabilidad. La carrocería, muy baja, garantiza un aerodinamismo óptimo con un índice de penetración en el aire de 0,22 Cx. Su centro de gravedad especialmente bajo ofrece una mejor estabilidad y reduce los movimientos de la carrocería.
Con el fin de mejorar la autonomía y las prestaciones dinámicas, los equipos técnicos del departamento de Diseño Renault han trabajado para aligerar el vehículo. El chasis se compone de una célula central de carbono que se completa con las unidades delantera y trasera de acero tubular. La carrocería y los abrientes son de carbono. Gracias a este trabajo de aligeramiento, el Trezor luce las dimensiones de un GT espectacular (longitud de 4700 mm, anchura de 2180 mm y altura de 1080 mm), a la vez que se preserva el peso de 1600 kg, muy moderado.
Para completar esta maravillosa pieza de ingeniería, los chicos de Renault lo han equipado con unas llantas de 21 pulgadas en la parte delantera y de 22 pulgadas en la parte trasera.
Como decíamos en la entradilla, Renault ha abierto una puerta al futuro. Un futuro que con concepts como el Trezor parece muy prometedor.
