La décima generación del Honda Civic ha sido la elegida en Europa para ser el primer vehículo de la firma nipona en utilizar los nuevos propulsores i-VTEC Turbo de gasolina. Se sabe que bajo su capó delantero se esconderá un 1.0 i-VTEC Turbo y también un 1.5 i-VTEC Turbo que se podrán asociar a cambios manuales de 6 velocidades, pero también a una transmisión automática del tipo CVT.
Reemplaza al 1.3 i-VTEC
Pues bien, estos sofisticados y eficientes propulsores también serán utilizados por otros modelos de la firma nipona, comenzando por los actuales Honda Jazz. A no mucho tardar, el corazón 1.0 i-VTEC Turbo de tres cilindros será acoplado en el vano motor de este funcional y urbanita monovolumen de 3,99 metros de largo, de forma que el actual 1.3 i-VTEC atmosférico pasará a ser historia. Si bien, también debería llegar la versión híbrida.
Se sabe que este propulsor 1.0 i-VTEC Turbo está disponible con una potencia de 129 CV y un par motor de 200 Nm. Probablemente llegue con esas mismas cifras, pero no sería descabellado pensar en una variante más light, que podría rondar los 100 CV (el actual 1.3 i-VTEC tiene 102 CV), más que suficientes para mover con soltura un vehículo como el Jazz. Al igual que sucede en el Civic también se podrá asociar a diferentes tipos de transmisión.
Este es sólo el comienzo, pues hay quien habla de que después llegará el nuevo Honda HR-V también con este 1.0 i-VTEC Turbo, descartando de la gama el actual 1.5 i-VTEC atmosférico y con 130 CV de potencia.
